Ante el tribunal, Gómez se declaró inocente. “Siempre esperé esta oportunidad de poder demostrar que esto es injusto. Me han robado mi vida, mi felicidad”.
Luego del feriado por carnaval, esta mañana se reanudó el juicio por el encubrimiento del crimen y asesinato de Paulina Lebbos. Desde las 9, Roberto Luis Gómez, imputado por privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio, prestó declaración, una de las más esperadas luego de 12 años de impunidad.
Ante el tribunal, Gómez comenzó expresando su inocencia. “Siempre esperé esta oportunidad de poder demostrar que esto es injusto. Me han robado mi vida, mi felicidad”.
Gómez estuvo preso de forma preventiva por más de tres años. Quedó detenido luego de acompañar a su padre a una citación de la Fiscalía IV de Diego López Ávila, en 2013. Fue imputado a partir de un informe de una empresa de telefonía celular, según el cual el acusado puso su chip en el teléfono de Paulina horas después de su desaparición.
“El fiscal López Ávila dijo muchas cosas que no son verdad, como que mi familia estaba vinculada con el poder. Siempre trabajé con mi papá arreglando electrodomésticos en su taller y como electricista particular”, denunció ante el tribunal.
La declaración de Gomez se extendió hasta pasadas las 13. Negó todas las acusaciones y estar relacionado con gente del poder y resaltó la colaboración de su familia en la investigación. “Mi familia presentó a la justicia el chip que usaba para trabajar de electricista, para que la justicia pudiera hacerle las pericias necesarias. Soy inocente, el día del hecho yo estaba con mi familia festejando el cumpleaños de mi abuela y después nos volvimos a mi casa con mi mujer y mis hijos”, aseguró.
“No sé si el fiscal se equivocó o lo hizo con mala intención. Todas las contradicciones que hay en la investigación son evidentes”, apuntó contra López Ávila. “Le causaron mucho daño a mi familia, me robaron mi vida y mi libertad. No conozco a ninguno de los que se nombra en la causa”.
Luego fue interrogado por los miembros el Ministerio Público Fiscal, representados por los Dres. Carlos Sale- Fiscal de Cámara- y Diego López Avila- Fiscal en la etapa de instrucción-.
Acto seguido pasó a responder las preguntas de la querella, representada por el Dr. Emilio Mrad y la de su abogado Dr. Gustavo Morales. Por último, fue indagado por el resto de los abogados defensores.
La ronda de declaraciones continuará con el ex jefe de la Policía de Tucumán, Hugo Sánchez, imputado por “encubrimiento real por resultar el hecho especialmente grave cometido por funcionario público; abuso de autoridad, coacción o amenaza condicionada y falsificación ideológica de instrumento público”, y su entonces subjefe, Nicolás Barrera. Ambos accedieron a contar su verdad respecto a la participación que se les atribuye en el delito de encubrimiento agravado.
Por el contrario, se abstuvieron de prestar declaración el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, Héctor Rubén Bito, ex titular de la Unidad Regional Norte, y Waldino Rodríguez, policía retirado.
Las esperanzas de poder conocer la verdad de lo que sucedió con Paulina Lebbos aquella madrugada del 26 de febrero de 2006 siguen vivas a pesar de 12 años de impunidad. Entender la trama de poder que se tejió para mantener a salvo a los verdaderos culpables es otra de las deudas que este juicio deberá saldar con la sociedad tucumana.