Una propuesta para reconectarse con la capacidad de asombro con las cosas simples y encontrar el dibujo en su estado mas puro. No es necesario tener conocimientos previos en dibujo ni en arte.
Partiendo de la idea que un lápiz y un papel, no son más que madera, arcilla y grafito (un pedazo de bosque) surge este taller que propone encontrarse con el acto de dibujar desde un lugar de disfrute y libertad. Más que desde el punto de vista técnico, encontrar el dibujo en su estado más puro.
“Como adultos hemos perdido esa capacidad de asombro con las cosas simples, como unos trazos sobre el papel, y los que hemos ido profundizando esa fascinación y fuimos formados para “saber dibujar” nos cuesta relajar nuestra mente de “tecnicismos” adquiridos por lo académico”, explicó Natalia Lipovetzky, quien coordina los talleres.
Durante los encuentros los participantes tomarán contacto con el material y harán ejercicios de observación, todo siempre a través de juegos y consignas. No es necesario tener conocimientos previos en dibujo ni en arte.
Las jornadas se alternan entre la casa/taller, al pie del cerro y el Jardín Botánico de Horco Molle.
El taller se dura tres meses, con un encuentro semanal de 3hs aproximadamente.
Habrá dos grupos: uno inicia el jueves 7 de marzo, y el grupo dos el sábado 9 de marzo, que continuaran con un encuentro semanal jueves y sábados respectivamente de 16 a 19 hs . Los materiales están incluidos.
El viernes 15 de marzo dará comienzo otro grupo para adolescentes de 13 a 16 años, con la misma modalidad que el taller para adultos.
La cantidad de participantes es limitada. Mas información: wsp 3513296287 / [email protected] / Facebook.