La situación de los ingenios azucareros en el norte es crítica. El Ingenio San Isidro, el más antiguo del país, cerró sus puertas y el Ingenio La Esperanza sigue sin dueño y con un fuerte reclamo por deudas salariales y despidos. En la provincia, la crisis del Ingenio San Juan preocupa a sus 400 trabajadores, quienes no cobran sus haberes desde el año pasado.
El miércoles habrá una movilización a Tribunales, donde pedirán que se les diga concretamente quiénes son los encargados de la fábrica que pasa de mano en mano sin cumplir con el pago de sueldos, de servicios y de las tareas de mantenimiento. Existe una gran incertidumbre sobre si habrá molienda este año.
En el programa Los Primeros, Luis Sorroza, interventor del sindicato que nuclea a los trabajadores del ingenio, se preguntó “¿Qué ha pasado con el azúcar? Esto parece un chiste”. Además confirmó la movilización del miércoles hacia Tribunales acompañados por la FOTIA.
En septiembre del año pasado, la zafra se paralizó. Desde ese entonces hasta ahora no se pagaron los sueldos a los 399 operarios que trabajan en la planta. Esta deuda se suma a los 11 millones que adeudan ya desde la administración anterior.
Hasta ahora se desconoce concretamente quiénes son los responsables de la fábrica que era administrada por Carlos Omil del grupo Altamiranda, luego fue arrendada por Tecnocontrol S.A., ahora se dice que la administración de la fábrica volvió a sus antiguos dueños.
Lucas Terán, Alfredo Leoni, Ronal Parada Parejas y Marcelo Rojel forman parte del directorio de Tecnocontrol SA. Según el portal de noticias, La Izquierda Diario, Lucas Terán deja un ingenio con deudas con la AFIP, EDET, SAT, que rondarían los 133 millones de pesos.
Mientras la Justicia define esta situación, la fábrica se encuentra sin luz, sin gas y por supuesto sin las tareas de mantenimientos necesarios para iniciar la molienda, explicó Sorroza. “Queremos que se termine la joda y que el ingenio muela”, informando que hace seis meses que no se les pagan los sueldos a los operarios.
Con un subsidio de $2 millones del Gobierno, los trabajadores recibirán $5 mil pesos. Para los trabajadores a la deuda salarial se suma la incertidumbre sobre la continuidad de sus puestos de trabajo.
