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El presidente cumple sus compromisos con algunos de sus aliados más radicales. Salarios, tierras y diversidad.
Tas jurar como presidente de la República Federativa de Brasil, Jair Bolsonaro no perdió el tiempo y tradujo en acciones concretas varios de los puntos reforzados durante sus discursos de asunción.
“Tenemos el gran desafío de enfrentar los efectos de la crisis económica, del desempleo, de la ideologización de nuestros niños y del desvirtuamiento de los Derechos Humanos”,ostuvo el mandatario previo a dirigirse a la población presente en la ciudad de Brasilia.
En este sentido, en adición a saludar vía redes sociales a sus colegas de distintas partes del mundo, Bolsonaro ocupó su primer día oficial en resolver tres medidas que en adición a sus implicancias, envían un mensaje a toda la sociedad y el cuerpo político brasilero.
Reducción en el salario mínimo
En adición al estreno de Paulo Guedes como “superministro”, Bolsonaro dispuso la reducción del salario mínimo en el país.
De enero en adelante, el mismo será de 998 reales en lugar de los 1006 que habían sido establecidos hace sólo algunas semanas en el Presupuesto para este 2019.
La medida fue bien recibida por el mercado, donde la Bolsa de Valores de San Pablo cerró con un alza del 3,5%.
Tierras para algunos
La segunda disposición otorga al ministerio de Agricultura la función de identificar, delimitar y crear nuevas reservas indígenas. Al momento, la tarea estaba a cargo de la Fundación Nacional del Indio (Funai), entidad responsable de las políticas indígenas.
La resolución quita todas las atribuciones a la Funai y traslada el poder de decisión a los propios ruralistas para ser quienes delimiten los territorios en cuestión.
La medida representa una victoria para la agroindustria y según los activistas ambientalistas provocará la destrucción de culturas e idiomas nativos al integrar a las tribus en la sociedad brasileña. Además, aseguran que los pueblos nativos son los últimos custodios de la Amazonia, la mayor selva mundial, que es vital para la estabilidad climática.
La diversidad en retroceso
En último término, Ricardo Vélez Rodríguez, ministro de Educación entrante, confirmó que se desmantelará la Secretaría de Educación Continuada, Alfabetización, Diversidad e Inclusión (Secadi).
Esta Secretaría había sido creado durante la administración de Lula con el objetivo de incorporar plenamente a los diferentes grupos sociales históricamente relegados por el sistema educativo.
En esta línea, Damara Alves, pastora al frente del ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, sostuvo ayer que en el nuevo gobierno “niña será princesa y niño, príncipe”. Afirmó además que su cartera buscará fortalecer la vida “desde su concepción”.