Fuimos a ver el documental Imprenteros, de Lorena Vega y Gonzalo Zapico
El olor a tinta, el ruido constante, los movimientos repetitivos, la cadencia de las hojas que entran, giran, chupan tinta y salen. Ver funcionar una máquina offset es casi como ver magia. Pero no es magia. Es dedicación, es conocimiento, es fuerza de trabajo. Es también historia, legado, memoria.
El documental cuenta la historia de los hermanos Vega y la imprenta familiar que marcó sus infancias. Pero también habla de lo que se rompe, de lo que se pierde, de lo que se hereda aunque no se nombre. Imprenteros es una obra íntima y política que nos toca de cerca. Porque nosotros también venimos de una imprenta. De un oficio. De una cooperativa que es casa y trinchera, donde tejimos lazos que resisten la precariedad y la incertidumbre.
En tiempos donde todo parece estar en venta, Imprenteros nos recuerda que no todo es plata. Que hay algo en el hacer con las manos, en el trabajar en red, en el sostener espacios colectivos, que no se mide en números. Que hay cosas que no se compran: la dignidad del trabajo, el afecto, la memoria compartida.
Gracias Lorena, y a todo el equipo, por esta película que emociona, que incomoda y que deja huella.
¿Organizamos para proyectar el documental en nuestra imprenta?