Ayer se realizó la primera asamblea convocada por el colectivo Ni Una Menos Tucumán para coordinar las acciones en miras al Paro Internacional de Mujeres del 8 de Marzo.
“Empezamos la cuenta regresiva para el Paro Internacional de Mujeres de 2018. No es un tiempo de descuento, sino de acumulación de fuerzas, de conversaciones, de encuentros para construir un nuevo grito común”. Así comienza el comunicado de la Internacional Feminista, que se plantea como una coalición de movimientos, redes, colectivos y organizaciones para impulsar campañas y fortalecer acciones de la lucha feminista en el mundo.
En Tucumán la cuenta regresiva comenzó hace rato, pero ayer se realizó la primera asamblea abierta donde participaron más de 50 mujeres de diferentes colectivos y organizaciones que forman parte de Ni Una Menos Tucumán, para, juntas, comenzar a planear la jornada del 8 de marzo, día que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Por segundo año consecutivo, bajo el lema “si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras“, se realizará un paro internacional que tendrá diferentes modalidades en cada lugar.
“La intención de la Internacional Feminista es lograr un llamamiento lo más masivo posible. Los países que la conforman son principalmente de habla hispana, pero ha superado los límites y esta conformado por países como Estados Unidos, Portugal, Inglaterra, donde está en acordar ciertas estrategias comunes, que tienen que ver con parar todo y hacer sentir la falta de las mujeres en la producción del sistema capitalista. Tiene un fuerte sentido anticapitalista, además de feminista”, explica Mariana Paterlini, coordinadora del Área de Género y DDHH de la ONG Andhes y parte del colectivo Ni Una Menos Tucumán.
Para lograr esto, a través de asambleas abiertas y colectivas, se toman decisiones, se proponen consignas y se debate sobre las reivindicaciones particulares de cada ciudad. El paro desborda también los límites del trabajo con salario y valoriza el trabajo de cuidado y el trabajo no reconocido ni remunerado. En Tucumán, a las denuncias por violencia machista, algunos de los puntos que se sumaron al debate fueron la invisibilización del trabajo doméstico, el ajuste y como repercute en las mujeres, la feminización de la pobreza, y la violencia hacia las mujeres trans.
“Cuando hablamos de feminización de la pobreza estamos hablando de la manera diferencial en que las políticas económicas (que hoy podemos traducir en precarización laboral, desempleo, reducción de presupuestos destinados a salud y educación, aumento de tarifas de servicio, etc.) afectan a las mujeres, y fundamentalmente a la de los sectores mas empobrecidos”, explica Adriana Guerrero, de CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujeres), que participa de las asambleas de Ni una Menos de Tucumán.
“Estas políticas, ademas de expulsar a las mujeres del mercado laboral, nuevamente por ser las que están en condiciones de mayor precariedad, aumentan la carga horaria destinada a tareas reproductivas y de cuidado, limitando una vez más la posibilidad de una reincorporación exitosa al trabajo remunerado”, agrega.
Guerrero destaca dos de las múltiples causas que dan origen a la feminización de la pobreza. “Por un lado, el patriarcado y la división sexual del trabajo basado en roles y estereotipos de género a los cuales asigna tareas diferenciadas. Y por otro, el sistema capitalista y neoliberal y su distribución inhumana de la riqueza. Sin interpelar estos sistemas de desigualdad no podremos pensar en revertir la situación económica y social de las mujeres”, concluye.
La próxima asamblea abierta se realizará el jueves 8 de febrero en a las 19hs en la Plaza San Martín.