Enzo Orellana murió al caer de una antena mientras trabajaba para una empresa constructora. Su familia señala que no contaba con los elementos de seguridad para realizar ese trabajo. El viernes realizarán una marcha frente al lugar de los hechos.
“Ellos han matado a Enzo”. Iván Orellana es hermano de Enzo Orellana, el trabajador de 33 años que falleció el 12 de marzo al caer 30 metros de una antena en mal estado en una obra. Desde entonces su familia busca Justicia y este viernes se volverá a realizar una marcha para exigir que se investigue la responsabilidad empresarial. La movilización se realizará desde las 18hs en el lugar del hecho, en una demolición en 9 de Julio 535, frente a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.
Su familia señala la responsabilidad empresarial ya que Enzo no contaba con las medidas de seguridad para realizar el trabajo y que aún no hubo ninguna investigación al respecto. Desde La Nota, hablamos con Iván Orellana.
“Mi hermano tiene el accidente el día viernes 12 de marzo a las diez y media de la mañana. El día sábado, cuando mi hermano fallece a las seis de la tarde, hice la denuncia en la Comisaría 2da y no me la querían tomar”, explicó.
El miércoles siguiente, familiares amigos y organizaciones sociales realizaron una movilización en Tribunales Penales. Allí les tomaron la declaración en la Fiscalía de Atentado Grave contra la Persona.
“El dueño de la obra demolición es Miguel Galindo de la empresa Galindo Construcciones. La empresa es RN Servicios Integrales de los hermanos Martín y Erick Ruiz Naranjo, son los que obligan a mi hermano a subir a la antena”, señaló Orellana.
Según detalla, los hermanos Ruiz Naranjo estuvieron en el hospital el día del accidente, el día del velorio y en el entierro. En las primeras versiones que dieron a la familia aseguraban que estaba con los elementos de seguridad y que fue un accidente. “Nos mintieron desde el primer momento. Nos dijeron que mi hermano sólo tenía quebrada una pierna, pero que estaba bien, que estaba consciente”.
Con el pasar de los días, los compañeros de Enzo, que habían sido testigos de hecho, empezaron a enviarles fotos y videos a la familia. Incluso vecinos que habían alertado desde sus balcones el peligro que corría la persona que colgaba de una antena, se contactaron con la familia por redes sociales y enviaron fotos y videos.
“Ahí empezamos a averiguar y nos enteramos que mi hermano no tenía ningún elemento de seguridad, no habían colgado un cable de vida, ni nada para resguardarlo. La antena tenía muchos años de antigüedad, los vientos estaban podridos. Muchas cosas, muchas irregularidades. Nadie de la municipalidad fue a inspeccionar si se podía desarmar la antena o no, el mismo Galindo que tiene un técnico de Seguridad e Higiene no lo mandó para que vea cómo iban a desarmar la antena. Obligaron a subir a mi hermano porque si no lo corrían del trabajo. Cuando cae de la antena, la misma antena le pega y cae contra una pared. Se quebró todos los huesos”. Enzo murió por las perforaciones que las costillas rotas les hicieron a sus pulmones.
Los testigos que estaban viendo por afuera de otro edificio fueron los que llamaron a la ambulancia. “Ellos llamaron la ambulancia mientras veían cómo eres muy Martín Ruiz junto a otros chicos lo movían a mi hermano”.
Su familia insiste que desde el primer momento intentaron ocultar todo. “Al otro día del accidente, puso a todos sus empleados en blanco, siendo que los tenía a todos en negro. La empresa Galindo le ha dado ese trabajo a él sabiendo que un trabajo tan peligroso. Ellos son ingenieros. Ellos saben que era una antena vieja. ¿Por qué no contrataron una grúa que desarme a la antena? Se mataron estudiando para ser ingenieros y se cae de maduro que no hayan visto la seguridad de mi hermano, una antena de 15 años de antigüedad”. Iván también trabaja en la construcción, sabe los riesgos que se corren y las medidas de seguridad que se deben tomar.
“Ese trabajo lo hace un especialista en antena, un antenista”. Según pudo averiguar, a la mañana un especialista le había pasado un presupuesto de $6.000 la hora de trabajo, pero se habían negado en pagar. “Martín Ruiz Naranjo es especialista en montaje y desmontaje de estructuras. Pero mi hermano no, mi hermano no era especialista. Mi hermano era herrero, era soldador”.
“Tenían que velar primero la seguridad de mi hermano, no por su bolsillo. Pero por ahorrarse unos pesos más no compró un cable de vida o contrató una grúa. No ha sido un accidente. Esto ha sido un asesinato. Ellos han matado a Enzo”. La familia Orellana encuentra consuelo en las muestras de afecto y la solidaridad de las personas que acompañan su reclamo.