Son más de 10 trabajadores y trabajadoras que se vieron afectados. La situación salió a la luz a partir de la reapertura del espacio bajo otro nombre. Denuncian que no les pagaron indemnizaciones.
A principio de agosto cerró el emblemático bar y espacio cultural El Árbol de Galeano. La noticia generó gran pesar en la comunidad tucumana, y rápidamente se instaló en boca de todo el mundo. Según alegaron los dueños, que conforman la S.R.L 14 Almas, en aquel momento, el cierre se debía a la crisis económica que atraviesa el país, por lo que les resultaba imposible seguir sosteniendo el espacio.
En estos días, la noticia de la re-apertura del lugar, bajo el nombre de “Tertulia”, agitó las aguas y los ex empleados se organizaron para denunciar que no solamente habían quedado sin trabajo, en un contexto adverso, sino que tampoco respetaron sus derechos laborales. En un comunicado, los ex trabajadores expresaron que “de esos 3 socios, uno abrió una sala de teatro en su propia casa a los 24 días del cierre del Árbol: La Citá.
Y otro se asoció con otras dos personas para esta reapertura del Árbol devenido en Tertulia”.
Si bien es sabido que el trabajo en bares suele ser uno de los que peores condiciones laborales ofrece, en el caso del Árbol de Galeano, los ex trabajadores denuncian, además de contratos temporales y trabajo en negro, malos tratos por parte de los dueños.
Desde La Nota, conversamos con Jimena Gómez Roselló, una de las abogadas representantes de los trabajadores despedidos. “Ellos sacan la noticia en La Gaceta de que estaban en crisis. Pero para declarar la quiebra hay diferentes procedimientos administrativos que ellos deberían haber seguido si es que querían eso. Pero no se declararon en quiebra. Tienen un montón de deudas con los trabajadores, en AFIP, en obras sociales, hay irregularidades en los aportes, la mayoría estaba registrado por la mitad de las horas reales de trabajo, y esto previo a la crisis. Es una forma de trabajar de los empresarios del Árbol de Galeano”, argumentó.
Son diez las personas que quedaron sin trabajo. Algunos empleados se enteraron por los medios de comunicación de que cerraba el bar y otros fueron convocados a una reunión donde se les explicó que “estaban en crisis”.
Una de las empleadas estaba embarazada de 8 meses cuando cerro el bar. Según contó Roselló, tuvo que parir en la maternidad en lugar de hacerlo en un sanatorio como tenía previsto ya que se quedó sin obra social y sin trabajo.
Cuando el empleador comete algún incumplimiento al contrato de trabajo, el trabajador tiene la posibilidad de enviar un telegrama de trabajo solicitando que regularice esa situación. Esto fue lo que hicieron los trabajadores del Árbol, ya que no fueron despedidos. “Enviaron un telegrama solicitando que se aclare su situación laboral. Estuvieron un mes trabajando sin atender al público, sin tareas. Ahí se incumple la obligación de darles tareas. Además, dejaron de hacer aportes desde fines del 2017, algunos del 2016, con lo cual esto ya era motivo antes de toda la irregularidad de cierre, para notificar a los empleadores y pedir que regularice la situación laboral”, explico Roselló.
Se presentó un telegrama pidiendo que regularicen tanto la situación de aportes y la forma en que estaban registrados, y pidiendo que se aclare la situación laboral. Los dueños contestaron negando todos los hechos. “A partir de eso el trabajador tiene la posibilidad de darse por despedido, enviando un segundo telegrama y cumpliendo ciertos plazos, el trabajador se da por despedido sin causa”, sostuvo.
“Por ley, inmediatamente deberían haber indemnizado a todos los trabajadores despedidos. Además, trabajaron dos o tres semanas más, sin ninguna tarea por que el bar ya había cerrado y no les pagaron nunca”, expresó Roselló.
“Y se agrava con otras situaciones que son de menor conocimiento. Hay situaciones muy concretas de maltrato, de insultos, de una relación de poder muy fuerte, y lo comparten no solo ellos, sino ex trabajadores que también vivieron estas situaciones”, agregó.
Por estos días comenzó a circular por las redes sociales un comunicado emitido desde un perfil que llamaron “Las Voces de Galeano”, donde empezaron a denunciar las situaciones de maltrato. “Es de público conocimiento que tanto el Árbol de Galeano, como Plaza de Almas, realizan actividades de beneficencia, como la Heladera Social, sin embargo, se invisibilizó siempre las condiciones en las que estuvieron los trabajadores desde que existe la sociedad 14 Almas”, comentó Roselló.
“No son pequeños empresarios que pusieron un bar y no les funcionó. No, son gente que trabaja con este tipo de números evadiendo el impuesto al trabajo”, sostuvo la abogada, y agregó, “tenemos la certeza de que esto responde a una ambición de empresariado que lleva adelante estos bares”.
Los trabajadores actualmente están recurriendo a las vías institucionales que son la Secretaría de Trabajo de Tucumán, pero también se están organizando de manera individual para visibilizar la situación y obtener de cierta manera el reconocimiento de sus derechos laborales.
Ya están presentadas las denuncias y se están esperando las conciliaciones. “Estamos con un reclamo de mucho dinero. Es mucha la deuda que sostuvieron con los trabajadores”, cerró la abogada.