A 69 años del paso a la inmortalidad de María Eva Duarte de Perón recordamos el inicio de una política sanitaria acompañada por Evita: la Escuela de Enfermería de la Fundación Eva Perón, una institución de vanguardia creada el 19 de junio de 1948, con el propósito de capacitar a cientos de mujeres tanto en lo sanitario como en formación política y hasta en “defensa nacional y calamidades públicas”.
La gestión social de Evita en la formación de Escuela de Enfermería de la Fundación Eva Perón, enmarcada en el plan de salud pública integral que lideró el primer ministro de Salud de la Argentina, Ramón Carrillo, cobra enorme importancia en la enseñanza técnica de los trabajadores de la salud.
La Escuela de Enfermería apuntó a profesionalizar la Enfermería, área en la que hasta ese momento se priorizaba lo caritativo, sobre todo a través de la Sociedad de Beneficencia. Y dio a las mujeres un rol esencial y protagónico, meses después de que se promulgara la ley de sufragio femenino. Las enfermeras manejaban los autos, las ambulancias, hasta tenían motos, jeeps y aviones con paracaídas por si necesitaban aterrizar en sitios de difícil acceso.
El número de enfermeras pasó de 8000 en 1946 a 18 mil en 1953. En sus folletos, la Fundación Eva Perón (FEP) enunciaba: “No está regida por el concepto liberal que caracteriza al sistema capitalista, no cree en ofrecer la limosna de las almas que se suponen altruistas; no entiende que va a regalar una ayuda a los pobres que se sienten abandonados por incapacidad o por falta de adaptación social”.
Las escuelas de Enfermería a mitad del siglo XX seguían teniendo un origen religioso. La Escuela creada por Evita “tenía alcance nacional, otorgaba una digna salida laboral a las jóvenes y cumplía la imperiosa misión de proporcionar formación en un área cuyo déficit estructural aún subsiste”, relató Federico Pérgola, del Instituto de Historia de la Medicina de la Facultad de Medicina de la UBA en su artículo “Evita y la salud pública: la escuela de enfermeras y el tren sanitario”.
El legado de Evita resulta importante en tiempos de pandemia, donde las enfermeras y enfermeros cumplen un rol clave no sólo asistiendo a los internados por coronavirus sino ahora sino siendo engranajes fundamentales en los planes de vacunación.
Evita murió el 26 de julio de 1952, por lo que este lunes se cumplirán 69 años de su desaparición física, que contrasta con su constante vigencia como “símbolo de la lucha social” y que ha logrado traspasar generaciones con las políticas de Estado.