El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) incorporó en el instrumento de relevamiento del censo 2020, la consulta acerca de identidad de género autopercibida y la conformación de familias (LGTBI+). Un análisis sobre el alcance y las implicancias de incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas.
Escribe: Natalia Seoane
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) incorporó en el instrumento de relevamiento del censo 2020, la consulta acerca de identidad de género autopercibida y la conformación de familias (LGTBI+).
El organismo difundió mediante un comunicado un anticipo de la información a relevar en el Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda, el cual se realizará el miércoles 28 octubre de 2020. El mismo relevará por primera vez información acerca de identidad de género, lo cual posibilitará incorporar derechos instituidos en la Ley de Identidad de Género 26.743 e irá más allá del binarismo femenino/ masculino. Específicamente, la consulta referirá al sexo al nacer: femenino-masculino y en cuanto a la identidad de género, autopercibida: mujer, varón, mujer trans-travesti, varón trans, otro e ignorado.
Alba Rueda, activista trans, expresó: “Celebro esta posibilidad de recabar información estadística específica sobre la población trans, dado que hasta el momento la información disponible proviene de las organizaciones sociales. En el 2012, las organizaciones, el INADI y el INDEC en La Matanza, avanzaron en un primer instrumento con la expectativa de poder crear una encuesta nacional. Ese fue el primer informe que generó el estado en termino de condiciones de vida trans y travesti en provincia de Buenos Aires”.
Además, agregó ratificando los estudios realizados por las organizaciones sociales “existe una violencia estructural que se traduce en el acceso a derechos de las personas trans y que para ser erradicada se necesita de políticas públicas”. En ese sentido, estamos delante de un avance que viene a darle consistencia, permitirá saber donde se concentran las personas trans, los grupos etáreos, las condiciones socio ambientales, etc, “desagregar la información es fundamental, para poder lograr políticas públicas. Esa es la mayor expectativa”.
Ahora bien, es necesario señalar que el formulario equipara identidades políticas diferentes mujer trans-travesti, e incorpora varón trans y otro. Alba Rueda, señala también que “ingresar la pregunta sin más, no es suficiente. Necesitamos mucha responsabilidad en la aplicación de la encuesta, es muy importante detenerse en como preguntar información y no presuponer. Esa una condición necesaria para el éxito de la pregunta y del relevamiento”.
Otra cuestión importante, teniendo en cuenta la historia del movimiento travesti-trans en Argentina tiene que ver con que “el Estado utilizó sus herramientas en contra de nosotras”, señaló la activista y agregó “por su puesto, luego de la Ley de Identidad de Género quedan matizados, con un margen de derecho ciertas cuestiones de trato pero hay una memoria social y colectiva en nuestro movimiento. Es necesario señalar que hay que hacer una difusión profunda en la sociedad acerca de los temas que tienen que ver con la población trans, esa difusión está vinculada a los modos en que se sensibiliza a la población para que cuando llegue el momento, se anime a contestar. Es necesario agregarle un margen de confiabilidad, sobre todo. Por lo demás, es una enorme alegría la incorporación de la pregunta dado que hace a los estándares de DDHH en sudamérica que quedaron también incorporados con la Ley Integral Trans aprobada en noviembre de 2018 en la República de Uruguay”.
En relación a la conformación familiar LGBTI+ vale señalar que en el último censo realizado en 2010, se incluyó las familias conformadas por parejas del mismo sexo. Sostener y profundizar esta consulta permitirá contar con información de sus hijxs y sus necesidades específicas.
El censo nacional se realiza desde mediados del siglo XX de forma ininterrumpida cada década y consta de la aplicación de una entrevista directa a los hogares, que permite recabar información socioeducativa, sanitaria, habitacional, ocupacional, etc. Específicamente, en relación al trabajo, el censo 2020 menciona de forma ejemplificadora, los siguientes oficios y tareas: profesora, vendedora, secretaria y brinda opciones como quintero, jefe mecánico, peón de campo. En este caso, el instrumento refuerza ocupaciones de unas y de otros. De esta manera, profundiza sesgos de género que están vigentes en el mercado de trabajo, menciona ocupaciones “feminizadas” y evidencia la segregación horizontal, la cual implica que se concentre a las mujeres en oficios —tradicionalmente— femeninos y las segrega de otros oficios. Esta linealidad, repercute simbólicamente en la vida de las mujeres ya que pone en evidencia, la brecha salarial económica vigente.
Es necesario, deja a la vista la necesidad de tomar decisiones que permitan profundizar la incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas, de realizar un trabajo profundo para erradicar estereotipos y sesgos de género para que las decisiones técnico políticas no sean simplemente, una lavada de cara rosa a los instrumentos.
Esperamos que sacar el censo 2020 del closet, permita recabar información sustantiva, caracterizar las condiciones de vida de la población trans y avanzar en datos acerca la planificación de políticas sociales focalizadas, con perspectiva de género e implementar la ley de cupo laboral trans Diana Sacayán y otras políticas a largo plazo que generen mayor justicia social y equidad de géneros.
Fuente: Revista Hamartia