Es posible visualizar parte de la macabra arista de la historia política argentina, mediante decenas de largometrajes nacionales, contextualizados en la década de los setenta. De “Garage Olimpo” a “Infancia clandestina”; por Daniel Castelo para Alucinema.
Mucho celuloide corrió por los proyectores de Argentina y el mundo en estas últimas décadas. Mucho también se dijo, se contó y reflexionó sobre la dictadura cívico-militar que gobernó al país entre 1976 y 1983. El resultado fílmico fue irregular, con muchos ejemplos que vale la pena destacar en esta fecha.
¿Qué películas son las más representativas a la hora de hablar de una de las épocas más oscuras de este país? La selección fue difícil, puesto que rankeaban también La larga noche de Francisco Sanctis, Cazadores de utopías y Los rubios, películas que, por poco, quedaron afuera de la lista.
Garage Olimpo (Marco Bechis, 1999)
Es probable que este film de Marco Bechis sea el mejor de todos los realizados sobre la época. Por contundencia, por ser el primero que planteó el escabroso tema de los vuelos de la muerte, por contar con un elenco sin estrellas hasta ese momento pero con una potencia actoral más que destacable. Nunca la idea de un viaje en avión causó tanto escozor. Imperdible.
La historia oficial (Luis Puenzo, 1985)
Fue la primera, la que marcó el camino de una teoría que aún hoy sigue en discusión: ¿el ciudadano de a pie no sabía lo que estaba pasando en el país? El relato tiene como centro de esta hipótesis a la esposa de un represor, quien no parece anoticiada de la forma en que la niña que adoptaron llegó a su hogar. Se trata claramente de un guión pensado desde una clase media que prefirió decir que no conocía el horror que se cocinaba bajo los gritos de los goles del mundial. ¿Una postura lavaculpas? Quizá, pero el largo, ganador del Oscar de Hollywood a Mejor Film Extranjero, fue lo primero que dijo la pantalla grande argentina sobre el tema y con una dupla protagónica de lujo: Héctor Alterio y Norma Aleandro.
Un muro de silencio (Lita Stantic, 1993)
En cierta forma se trata de la contracara conceptual de La historia oficial. El film cuenta el derrotero de una directora de cine inglesa (Vanessa Redgrave) que llega a Buenos Aires para filmar la historia de la esposa de un desaparecido. La mirada de los otros como faro, en parte remitiendo a una frase de Charly García de aquellas Huellas en el mar: “Por qué tenemos que ir tan lejos para estar acá”.
Kamchatka (Marcelo Piñeyro, 2002)
Uno de los países ícono del TEG da título al film que el director de Tango Feroz dedicó a los años de plomo. Un film pequeño pero intenso en su fuera de campo, con una pareja compuesta por Ricardo Darín y Cecilia Roth que tiene muy buenos momentos en pantalla. Escapar de la represión, un juego de mesa como concepto de la estrategia de lucha y un escenario histórico abominable.
Crónica de una fuga (Adrián Caetano, 2005)
El director de Un oso rojo y la serie Tumberos emprendió el camino de contar el secuestro, tortura y fuga de un grupo de detenidos en un oscuro centro clandestino. Rodrigo de la Serna y Pablo Echarri encabezan un elenco que protagoniza escenas tensas con el sello de un director como Adrián Caetano.
Infancia clandestina (Benjamín Ávila, 2011)
Uno de los trabajos sobre la dictadura más elogiados de los últimos años. Benjamín Ávila, hijo de desaparecidos, retrata desde adentro del dolor una historia como las miles que, más o menos silenciadas, rondan por el país.
Operación México (Leonardo Bechini, 2015)
Un centro de detención mantiene detenido a uno de los líderes de Montoneros (Luciano Cáceres), quien es forzado a delatar a la cúpula de la organización y viaja a México con ese fin. Gran trabajo de dirección para un film que planta bandera y no se compra la falsa opción de la ancha avenida del medio.
Flores de septiembre (Nicolás Wainzelbaum, Pablo Osores, 2003)
Documental sobre los estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini detenidos y desaparecidos durante el autodenominado Proceso de Regorganización Nacional.
Diablo, familia y propiedad (Fernando Krichmar, 1999)
Impactante trabajo sobre las desapariciones en el Ingenio Ledesma, uno de los íconos del colaboracionismo empresarial durante los años de sangre.
El día que no nací (“Das Lied in Mir”, Florian Micoud Cossen, 2010)
Una cineasta alemana dirigió este gran trabajo sobre una joven que viaja a la Argentina y descubre que es hija de desaparecidos. Piel de gallina y uno de los films más importantes que se hicieron sobre la época.