Ana Galindo es una estudiante de veterinaria, esta a cuatro materias de recibirse, y comenzó en pandemia un emprendimiento: ser catsitter o niñera de gatos. El trabajo consiste en cuidar a los gatos de personas que se van de vacaciones o por un fin de semana. Ana mantiene la rutina diaria de los gatos que cuida, los alimenta y juega con ellos, brindándoles amor y la atención que necesitan.
El emprendimiento de Ana comenzó cuando las restricciones por la pandemia de covid-19 cesaron en octubre del 2020. Los dueños de los felinos, cansados de tanto encierro, empezaron a viajar por vacaciones o findes largos. “Siempre está la duda de qué con quién dejo mi gato, si lo dejo con amigos o con algún familiar, pero en temporada alta (verano) no hay nadie con quien dejarlos y ahí aparezco yo”.
La joven es amante de los gatitos, para ella ser catsitter “el trabajo soñado” su deseo es hacer la especialización en medicina felina. Además siempre cuidó las mascotas de sus allegados y allí se dio cuenta de que estaba brindando un servicio, por las horas que lleva hacerlo: entre darles de comer, acariciarlos y mantener la rutina de juegos.
“A los gatos los tenés que cuidar todos los días y no es solo ir a dar de comer. Está bueno que el animal esté con alguien, que no se sienta abandonado, que lo haga jugar, que los cepille, que le limpie las piedras, es todo un servicio. Hay personas que me contaron que cuando le dejaron la llave a un amigo o amiga hicieron fiestas, entonces prefieren no mezclar y contratar a alguien que de verdad los cuide. A los propietarios les da confianza que sea estudiante de veterinaria, saben que si les pasa algo sé como manejarlo o adonde recurrir”, explica.
El servicio catsitter consiste en ir de 2 a 3 horas por día a las casas. “Limpio las piedritas, los cepillo y juego. Obviamente que soy responsable de las llaves de una casa y soy responsable de lo que le pueda llegar a pasar el gato. Siempre pido el número de contacto, un número de emergencia, pido que me dejen la dirección de la que veterinaria de confianza” cuenta.
Ninguno de los gatos que le tocó fue agresivo con ella y nunca le pasó nada malo mientras los cuidaba. “A algunos gatos me toca darle medicación porque se encuentran transitando algún malestar, por eso siempre pido que me digan la historia clínica de la mascota que tengo que cuidar”.
Ana cuidó entre diciembre, enero y febrero alrededor de 20 gatos, visitaba cuatro casas por día y a pesar de que estaba “agotada” sabía que esa era la temporada alta y debía aprovechar. “Mi gata me odiaba por todos los olores a los otros gatos que traía en la ropa”. Ella tiene una sola gatita porque aún vive con sus padres, pero cuando se reciba y se mude sola promete adoptar más.
En los últimos años cada vez más personas eligen a gatos como mascotas, los jóvenes principalmente porque son mascotas que se adaptan a departamentos y generalmente tienen una actitud más independiente que un perro, por ejemplo. Ana cuenta que la medicina felina, en donde le gustaría desenvolverse, promueve una veterinaria cat friendly. “El prejuicio de que los gatos son más independientes o que no registran mucho a sus dueños hace que se les haga menos controles, por lo tanto no sea más difícil detectar patologías en ellos. Cuando tenga la oportunidad haré veterinaria domiciliaria de gatos, porque son animales a los que les genera mucho estrés salir de sus territorios. Creo que ser catsitter es un acercamiento a la medicina que quiero hacer”.
L.N: Existen corrientes en la medicina veterinaria que están en contra de humanizar a las mascotas, ¿vos qué pensás de eso?
Ana Catsitter: Creo que es muy generacional. Cuando yo empecé a estudiar en el 2013 no había muchas investigaciones sobre la medicina o el comportamiento felino, hoy gracias a internet (videos tiernos o graciosos de gatos) o gracias a que muchos propietarios cuidan más a sus gatos hay más avances. Los gatos domésticos son seres, son seres vivos, son seres sintientes, que tienen emociones y que tienen sentimientos. Las personas ahora priorizan la salud y el bienestar del animal. ¿Hay gente que lo lleva un poco más allá? Sí, pero considero que son propietarios que realmente responsables y construyen un vínculo emocional que antes me parece que no se formaba con los animales.
Yo soy vegetariana y amo todos los animales, pero bueno, los gatos te generan algo. Para mí tienen una energía, tienen algo muy magnético y son una compañía para nosotros los millennials. Sí la humanización viene de la mano de cuidarlos más, llevarlos a vacunar y al veterinaria no está mal.
También soy pro castración y siempre promuevo la tenencia indoor (dentro de casa). Ambas cuestiones van de la mano porque mucho del comportamiento de huir de la casa o de agresividad se puede solucionar con la castración, además de que previene enfermedades y regula la cantidad de mascotas abandonadas que hay en la ciudad.