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Ayer fue el Día Mundial del Asma. Muchas fuentes la contemplan como una enfermedad de origen netamente orgánico. Desde La Nota abordaremos definición, síntomas y origen a partir una perspectiva vinculada al psicoanálisis.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 1 de mayo el Día Mundial del Asma con el objetivo de generar conciencia sobre esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Qué es el asma?
Se trata de una dificultad alojada en los bronquios, éstos son una especie de tubos o cañerías por donde entra el aire a los pulmones durante la inspiración y sale de vuelta al exterior durante la expiración. Las personas que padecen asma tienen inflamados sus bronquios, en mayor o menor grado, lo que provoca obstrucción y dificultad, principalmente, para la expulsión del aire durante la expiración.
A través de la inflamación se produce una disminución del diámetro interno de los bronquios, es decir una estrechez del mismo, y como consecuencia una dificultad para expulsar el aire al exterior lo que provoca jadeo y sensación de falta de aire, de ahogo. A esta inflamación le siguen los espasmos del músculo bronquial que rodea al bronquio como un anillo y que, cuando se contrae, produce lo que se denomina broncoespasmo. Además, se agrega una secreción viscosa, adherente, que cuesta mucho expectorar.
Signos y síntomas
Silbidos en el pecho
Jadeo o disnea
Tos
Expectoración
Sensación de opresión torácica
Empeoramiento nocturno frecuente
Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y ausentismo escolar y laboral.
El asma desde el Psicoanálisis
“Desde el psicoanálisis podemos pensar al asma como un fenómeno psicosomático, que por lo general aparece en la infancia. Momento en el cual se establecen los circuitos de satisfacción pulsional. En estos casos, las vías respiratorias actúan como una zona corporal afectada libidinalmente, lo que significa que se convierten en una zona erógena. Esta zona erógena es sobreestimada y sede de satisfacción pulsional, es decir de una satisfacción paradójica, sintomática. Por lo tanto en la infancia se constituyen los circuitos de satisfacción pulsional que van a condicionar -pero no determinar- el devenir del sujeto. Por eso, en muchos casos, con el advenimiento de la pubertad los síntomas del asma ceden. En estos casos se observa como la zona afectada (vías respiratorias) pierde su condición de zona erógena. Es muy interesante el asma cómo fenómeno psicosomático porqué nos muestra el impacto de un modo de satisfacción de la pulsión en el cuerpo. Modo de satisfacción que se establece a consecuencia de una decisión inconsciente del sujeto”, explicó la psicóloga, egresada de la Facultad de psicología de la UNT, Julia Lobo, especialista en clínica de niños/as y adolescentes con orientación psicoanalítica.
¿Qué entender por pulsión?
“Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, en Tres ensayos de teoría sexual (1905) presenta a la pulsión como el representante psíquico de una fuente de estímulos intra-somáticos en continuo fluir . Por lo tanto, la pulsión es un concepto límite de lo anímico respecto a lo corporal. Agregó también, que lo que distingue a las pulsiones, unas de otras, es su relación con sus fuentes somáticas y con sus metas. Entonces, la fuente es un proceso excitador en el interior de un órgano y su meta consiste en cancelar ese estímulo. A estos lugares del cuerpo Freud los llama “zonas erógenas” y se comportan como “aparatos colaterales y subrogados” de los genitales. Luego, en Pulsiones y destinos de pulsión (1915), Freud nos enseña que “la pulsión nos aparece como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma”, agregó Julia Lobo para facilitar el entendimiento de la perspectiva psicoanalítica.
