Crece la consulta de adolescentes con problemas auditivos

Romina Fargi, referente del programa Provincial de Hipoacusias del Ministerio de Salud Pública, compartió ‘tips’ a tener en cuenta para identificar estas situaciones, y también sobre cómo cuidar nuestros oídos.

La generación Centennial, o también conocida como ‘Z’, que desde principios de la década del dos mil convive con la tecnología digital y celular, realiza frecuente uso de auriculares y escucha música a volumen alto desde muy temprano. Aparentemente, éstas serían las principales causas de un notable incremento en las consultas médicas, especialmente de adolescentes que con 12 o 13 años de edad (es decir, que ya nacieron en la era de la revolución digital) ya recurren a un especialista por problemas de audición. 

Si bien los síntomas pueden variar, las señales de alerta incluyen una disminución de la audición, zumbido, supuración, no entender lo que se escucha, y distraerse fácilmente. Estos signos dan cuenta de un posible padecimiento de algún tipo de problema auditivo, por lo que se recomienda una consulta médica.

“En los consultorios se ven muchos problemas que uno esperaría en adultos jóvenes o mayores, pero se los ve en adolescentes”, contó Romina Fargi, referente del programa Provincial de Hipoacusias del Ministerio de Salud Pública. Por esta razón se recomienda usar auriculares lo menos posible, y en caso de hacerlo, regular el volumen, usarlos sólo con el 30 por ciento de volumen, y no más de una hora. Si el uso de este tipo de dispositivos es obligado, por cuestiones laborales por ejemplo, procurar descansar el oído siempre que se pueda.

Hipoacusia, una discapacidad en ascenso

Fargi resaltó, además, la importancia de tener en cuenta a las personas que, en casos más severos de disminución auditiva, deciden aislarse de los grupos familiares, de amigos o de trabajo, quienes rechazan compartir ante la imposibilidad de escuchar de manera correcta. “Es una discapacidad que no se ve y es muy difícil para quien la padece, porque muchas veces repite el “no escucho o no entiendo”, si es así es porque hay un problema auditivo, y puede ser tratado.

El objetivo principal del programa Provincial de Hipoacusias es identificar esta situación de la manera más temprana posible.

“Hay distintas hipoacusias, algunas surgen con el tiempo, otras con el mal uso y abuso de dispositivos, congénita, desde el niño que nace, todas tienen tratamiento”, hizo hincapié la profesional. Si bien muchos de estos problemas no tienen cura, sí tratamientos muy accesibles que difieren a partir de la pérdida auditiva que se registre y si hay o no lesiones en el oído, por eso es importante hacer la consulta médica.

Fuente: Gobierno de Tucumán

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