El lunes, en diferentes puntos del país, se llevará a cabo una marcha nacional contra el gatillo fácil y la violencia policial.
El lunes 28 de agosto se realiza a nivel nacional la 3ra marcha contra el gatillo fácil. En Tucumán, la marcha está convocada por la Mesa de Justicia por Reyes, un joven de 24 años qué, en vísperas de navidad, fue atacado por la policía. Tras 24 días en coma, falleció. A partir de ese momento, familiares y vecinos de Miguel emprendieron el camino de organizarse sumándose a las marchas de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad para denunciar el crimen y lograr justicia.
La convocatoria es desde las 18hs, se marchará desde Plaza Urquiza hasta Plaza Independencia.
Desde la vuelta de la democracia hasta hoy, pasando por gobiernos de distinto color político, hay registrados más de 5000 casos de muerte por gatillo fácil, torturas en cárceles y comisarías seguidas de muerte y desapariciones. Matan un pibe cada 25 horas.
Según denuncian organizaciones de derechos humanos, no son casos aislados, sino que estas formas de represión son ejercidas de manera sistemática y dirigida fundamentalmente a los jóvenes de los barrios más humildes.
Desde CORREPI – Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional, denuncian que con el gobierno actual, los índices de 10 o 12 muertes de gatillo fácil o tortura por mes se convirtieron en un muerto por día.
“Por eso denunciamos que no se trata de uno, dos o mil policías sino de toda la institución, así como de todas las otras fuerzas represivas: gendarmes, prefectos, penitenciarios, etc. Y el responsable es el Estado”, concluye el comunicado de la marcha.
Casos
En enero de 2015, Ismael Sosa tenía 25 años y viajó a Villa Rumipal, en Córdoba, para asistir a un recital de La Renga. Al momento del cacheo en el ingreso fue demorado y golpeado por efectivos de la policía provincial. Su cuerpo sin vida apareció en el embalse de Río Tercero.
Marcos Sebastián Acuña fue asesinado por la espalda por el agente de Prefectura Juan José Silva el 28 de agosto de 2015 en Quilmes.
Pablo Alcorta, “Paly”, recibió un disparo el 18 de mayo de 2013 por parte del agente de la Policía Bonaerense Diego Ariel Tolaba, quien continúa en actividad prestando servicio. El joven tenía 17 años cuando fue interceptado intentando robar una moto junto con un amigo. El policía sin mediar palabra les disparó dándole a Pablo un tiro en la cabeza, quien tras agonizar varios meses falleció en diciembre de ese año.
Justicia por Reyes
El 24 de diciembre de 2016, en vísperas de Navidad, Miguel Reyes Pérez, joven de 24 años que vivía en uno de los barrios del Gran San Miguel de Tucumán fue atacado por la policía.
Familiares lograron subir al joven en una camioneta y lo llevaron al hospital. Miguel llegó en estado de gravedad y debió ser trasladado a un sanatorio para recibir una operación. Tras 24 días en coma, falleció.
Una semana antes del ataque policial, Miguel había sido amenazado, en un intento de arresto por parte de un policía apodado “Rambito”, quien le dijo: “Ahora andá, pero en donde te pille, te dejo en el cajón”. La amenaza se materializó el 24, en horario de la siesta, cuando Miguel se encontraba con amigos a unas cuadras de su casa, en el barrio San Cayetano, y al verlo a “Rambito” junto a otros efectivos de la policía se retiró, pero fue alcanzado en la esquina de su casa. Allí lo ejecutaron con un disparo en la frente y lo golpearon reiteradas veces en la cabeza con la culata de una itaka.
Los familiares y vecinos fueron testigos del ataque, llegaron incluso a grabarlo, y cuando intentaron socorrer a Miguel recibieron golpes y tiros al aire.
La coartada de la policía fue que se trató de un enfrentamiento, en tanto responsabilizan a Miguel de un robo y afirman que portaba un arma. Sin embargo, nunca se encontró tal arma y la prueba de parafina le dio negativa. Por esta acusación, el joven permaneció con custodia policial en toda su estadía en el sanatorio.
Los familiares de Miguel se movilizaron a Tribunales para denunciar a los policías asesinos y las acciones de hostigamiento y amenazas que recibieron. Personal policial encapuchado llegó a presentarse, en horarios de la noche, en la casa del joven y lo amenazaron de muerte.
La comisaría denunciada tiene denuncias previas por atropellos a la población. El año pasado, se realizó un juicio por el caso de Celeste, una joven trans torturada y abusada por 7 policías de esa comisaría.
Familiares y vecinos de Miguel emprendieron el camino de organizarse sumándose a las marchas de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad para denunciar el crimen y lograr justicia.