Comienzan las negocaciones por las paritarias docentes

Tucumán se posicionó como una de las provincias que perdió menos días de clases por paro docente, durante el año 2018. Tratando de mantener la tendencia, y en vistas al comienzo del año lectivo, se realizó la primera reunión entre el Gobierno y el Frente Gremial Docentes.

Durante 2018, Tucumán solo perdió 3 días de clases por paro docente, según
el informe “¿Cuántos días de paro docente hay en Argentina en el nivel primario?”, elaborado por el observatorio “Argentinos por la Educación”.

Tratando de seguir marcando tendencia -la provincia se posicionó como la que menos días perdió-, y de caras al comienzo del ciclo lectivo, desde el Gobierno encabezaron la primera reunión con el Frente Gremial Docentes, conformado por ATEP (Asociación Tucumana de Educadores Provinciales), AMET (Asociación del Magisterio y Enseñanza Técnica) y APEM (Agremiación del Personal de Enseñanza Media y Superior) para comenzar a dialogar sobre futuros subas de sueldo, entre otros ítems.

De la misma participaron los ministros de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado; Economía, Eduardo Garvich; y Educación, Juan Pablo Lichtmajer.

Amado reconoció  que la situación es diferente a los años anteriores,  respecto de la problemática económica del país y de las cuales la provincia no es  ajena. “Este año tenemos que trabajar de una manera responsable, cumpliendo con el pedido del gobernador – Juan Manzur– para que las clases comiencen el 6 de marzo. Vamos a otorgar lo máximo posible sin poner en riesgo las arcas de la provincia”, destacó.

Desde el Frente Gremial Docente solicitan que los que los establecimientos educativos estén preparados ediliciamente para empezar el ciclo lectivo y que los planes alimenticios lleguen en tiempo y forma.

En ese sentido, el titular de la cartera educativa, sostuvo que “estamos trabajando desde el apoyo escolar y se hizo una inversión de 40 millones de pesos para preparar las escuelas para el inicio de clases”.

Cuestión salarial y cláusula gatillo

En lo que respecta a la cuestión salarial, David Toledo, secretario general de ATEP, manifestó: “no hablamos de porcentajes, pero si de la necesidad de que el incremento salarial sea de modo tal que no se deteriore el salario”. Además, advirtió que “cualquier incremento debe superar los indices de inflación y no renunciaremos a la incorporación de la clausula gatillo”.

La cláusula gatillo prevé que, si a fin de año la inflación fue mayor al aumento salarial acordado, debería haber un nuevo aumento que compense la diferencia. La característica de “automático” no es menor: no depende de una nueva negociación de las partes, dado que ya fue fijado con anterioridad. De esta manera, se asegura que el poder adquisitivo del salario no caiga por efecto de la inflación. Esto es, que con el mismo sueldo se puedan comprar la misma cantidad de bienes y servicios que un año atrás (lo que sería la situación normal en un país sin alta inflación, claro). Eso se llama mantener el “salario real” constante.

Este último punto seguramente traerá dificultades al momento de la negociación, ya que desde el Gobierno se mostraron preocupados por la situación económica nacional y anunciaron que será “un tema en análisis”.

El próximo encuentro, según adelantó Amado, se realizará el miércoles por la mañana en el Ministerio de Gobierno.

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