El escenario actual a nivel nacional respecto al Fondo de Fomento para la Industria Audiovisual es complejo. En este contexto, el movimiento audiovisualista de Tucumán solicita al gobernador Osvaldo Jaldo generar a nivel provincial el acompañamiento del Estado para esta industria.
En el año 2018 se aprobó en Tucuman la ley Provincial de Promoción de la actividad Audiovisual, que entre otras cosas establece la creación del Consejo de Artes Audiovisuales de Tucumán (CAAT), que permita el trabajo articulado entre el entre el Entre de Cultura de la Provincia, la escuela universitaria de cine de la UNT, los sindicatos de trabajadores audiovisualistas y también de actores y actrices de la provincia.
La ley tucumana de cine busca promover la producción audiovisual local y, en este punto es importante detenernos en qué significa una producción audiovisual en sí misma. Quizás por lo que el cine mismo nos contó a través de sus películas, siempre pensamos que en una producción hay un director sentado en una silla, un camarógrafo y actores. Lejos de ese imaginario, la producción audiovisual es un trabajo en equipos, que a su vez son interdisciplinarios y que generan en distintos momentos de la producciones fuentes de trabajo formales e informales.
Porque los grupos de trabajo comen, duermen, se trasladan y habitan espacios excepcionales durante jornadas enteras rodaje de una película, por ejemplo. Y también por que generar una imagen hermosa capaz de verse bien aún expuesta en una pantalla de 20 metros requiere un trabajo meticuloso en donde intervienen muchas más personas de las que podemos imaginar.
Y si hablamos entonces de trabajo en equipo y de industria, hablamos de puestos de trabajo para personas, esos puestos de trabajo para los que miles de estudiantes de Tucumán están ahora mismo preparándose en la Escuela de Cine estudiando guión, sonido o dirección. Pero también en la Facultad de Artes como futuros actores y actrices, como futuros vestuaristas y productores, en Filosofía y Letras se prepara algún guionista que mientras hace letras sueña con escribir su primer guión, o comunicadoras e historiadoras que están listas transformar el lenguaje en el cual contamos nuestras historias.
Sobra en Tucumán eso que desde el mundo empresarial llaman “mano de obra calificada”. En este sentido, Ana Basualdo, directora de cine y parte del Grupo Tucuman Audiovisual comenta: “Estamos en una provincia que produce decenas de profesionales del audiovisual anualmente, para salir al mercado laboral en una industria que no tiene marco legal. Esto inevitablemente produce la fuga de muchos jóvenes que tienen que salir afuera de la provincia para poder trabajar, lo que genera una gran pérdida de profesionales. Por eso también pedimos por la urgente reglamentación de la Ley Audiovisual, es tarea de quienes nos gobiernan generar las condiciones para que la industria se desarrolle de la mejor manera posible.”
Como sucede siempre con las industrias emergentes, en Tucumán se hace cine como se puede, constantemente hay proyectos en marcha e ideas nuevas escribiéndose. Pero también hay límites estructurales a esa producción y un centenar de personas que no cobran lo que deberían cobrar por su trabajo o que directamente lo hacen gratis. Es por eso, sobre todo, que piden que el poder ejecutivo reglamente e implemente esta ley, que además de generar fuentes de trabajo significa una nueva posibilidad de articulación efectiva entre el Estado Provincial y la Universidad Nacional de Tucumán.
La industria del cine puede colocar a la provincia en el lugar de referencia en el NOA y ayudar también al turismo, ya están dadas las condiciones del sector y el marco legal, falta entonces la decisión del Poder Ejecutivo de concretar esa posibilidad, para hacer cine tucumano, pero no solo por amor al séptimo arte, sino también como parte de una apuesta al crecimiento económico para la provincia.