La justicia española además podría pedir a Bélgica la detención del presidente independentista Carles Puigdemont.
La justicia española dictó este jueves prisión provisional para ocho miembros del destituido gobierno catalán, sospechosos de sedición y rebelión, y aseguran que pronto podría pedir a Bélgica la detención del presidente independentista Carles Puigdemont.
La jueza Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, decidió enviar a la cárcel a ocho de los nueve miembros del ejecutivo cesado que acudieron este jueves a declarar a Madrid, entre ellos el vicepresidente Oriol Junqueras.
Sin embargo dejó en libertad provisional bajo fianza de 50.000 euros al noveno, Santi Vila, que dimitió antes de la proclamación de la independencia el 27 de octubre.
La juez alegó que existe riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas para justificar la prisión a espera de juicio.
“Todas las cuestiones humanitarias han sido totalmente ignoradas en la resolución, que estaba seguramente preparada o premeditada y que nosotros denunciaremos donde haga falta”, dijo el abogado de Junqueras y otros encausados, Andreu Van den Eynde.
El presidente independentista catalán Carles Puigdemont y cuatro de sus ministros, todos destituidos, se encontraban en Bélgica y no fueron a Madrid a declarar por rebelión y sedición.
El jueves al mediodía, cientos de personas se concentraron en la plaza de Sant Jaume de Barcelona solicitando la puesta en libertad de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los dos líderes soberanistas encarcelados, y contra los procesos judiciales abiertos contra los miembros del Gobierno catalán y los diputados que integran la Mesa del Parlament. El acto se convirtió en una muestra de solidaridad hacia Carles Puigdemont a quienes los concentrados definieron así: “¡Es Puigdemont el nostre president!”.
La Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural convocaron a la movilización en defensa de una salida negociada al conflicto y de la anulación del artículo 155. Bajo las letras gigantes de la palabra Democracia, los actuales líderes soberanistas participaron en la concentración junto a diputados independentistas y buena parte de los regidores del Ayuntamiento de Barcelona, entre ellos la alcaldesa Ada Colau. Frente a las letras, desplegaron una pancarta en la que se leía libertad, presos políticos. Precisamente, el Consistorio de Barcelona tenía una bandera con esa lema que pendía del balcón pero este miércoles fue retirada.