Así lo aseguró un informe de la Universidad de Avellaneda. Desde que gobierna Mauricio Macri, la nafta subió un 37%.
Argentina se convirtió en el segundo país con los combustibles más caros de la región, sólo por detrás de Uruguay, según el informe semanal del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (UNDAV).
Para la institución, eso se debe a “la tendencia constante a la liberalización del precio de la nafta que posiciona a Argentina también como el segundo país que más aumentó los combustibles en la región, entre 2016 y 2018, con un 37% de incremento en el precio de la nafta a consumidor final, sólo superado por Brasil (+38%)”.
“La reducción en el subsidio del Estado sobre los combustibles se coronó en septiembre de 2017 cuando el precio interno de la nafta se acopló totalmente a valores de mercado. A pesar del acople de los precios internos a la cotización internacional, en materia de producción petrolera, los resultados no son auspiciosos: en los dos últimos años la caída acumula un 10%”, señaló el habitual informe económico de la UNDAV que dirige el economista Santiago Fraschina.
La suba de la nafta impacta sobre el poder adquisitivo de la población: “En tanto insumo primordial en cualquier actividad productiva, de manera directa o indirecta, su trayectoria es altamente relevante a la hora de evaluar la competitividad de cada país. Los constantes aumentos sucedidos en estos dos últimos años superan a la inflación: medido en términos de poder adquisitivo, en febrero de 2016 el salario mínimo alcanzaba para comprar casi 439 litros de nafta. Dos años después, sólo se pueden adquirir 389 litros”, puntualizó el trabajo económico.