La compañía anunció en las últimas horas el cierre definitivo de sus puertas y despidió a 730 trabajadores en la localidad de Campo Santo, a 45 kilómetros de la capital salteña.
El anuncio del cierre definitivo del ingenio San Isidro provocó una profunda preocupación en el entorno laboral del Valle de Sianca. La empresa adquirida a mediados de 2011 por el Grupo Gloria, de Perú, dio a conocer la determinación en las últimas horas, aunque en ocasiones anteriores ya había entrado en procesos preventivos. Por este motivo el gremio de los trabajadores azucareros advirtió que esta sería otra maniobra de los industriales para despedir a empleados y poner presión en las próximas negociaciones salariales para la campaña que viene. No obstante, Carlos Montalvo, gerente general del ingenio, aseguró que es una determinación irrevocable y que el proceso para el cierre definitivo de la planta ya es un hecho.
Durante los últimos días, el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio San Isidro, desarrolló la hipótesis sobre un “nuevo apriete” de los industriales para negociar despidos y aumentos salariales para la próxima campaña. La misma fue perdiendo fuerzas hasta que los rumores se transformaron en certeza.
“En relación a los trabajadores, vamos a cumplir con el procedimiento y estrictamente con todos los marcos regulatorios y los marcos legales. Lo que estamos haciendo es paralizar las operaciones y estamos brindando una licencia con goce de haberes. Este esquema es algo previsto. La gente está recibiendo sus salarios, no tenemos actividad y entonces no hay necesidad de que físicamente el personal esté en las instalaciones”, destacó Moltalvo.
Por su lado, el gobernador Juan Manuel Uturbey comunicó su decisión de suspender su viaje junto al presidente Mauricio Macri al Foro Mundial de Davos. En un breve comunicado emitido ayer al mediodía, el mandatario salteño informó que había tomado la decisión debido a la lamentable situación del cierre de actividades del ingenio.
Más de dos siglos de historia
Fundado en 1760 y ubicado en la ciudad Campo Santo (Salta), el Ingenio San Isidro fue la fábrica azucarera más antigua de la Argentina. Inicialmente -y hasta 1992- perteneció a la familia Cornejo, al presentarse en convocatoria de acreedores y luego quebrar en 1997. En subasta pública, San Isidro fue adquirida por US$ 4.5 millones en 1998 por Emprendimientos Agroindustriales Sociedad Anónima (Emaisa), uno de sus acreedores, quien también asumió las deudas que ascendían a US$ 22 millones. Luego, en 2010 fue vendido a Corporación Azucarera del Perú SA, Coazúcar, empresa del Grupo Rodríguez, que suscribió un contrato de compraventa del 60 por ciento de las acciones.
Alerta provincial y nacional
“Lógicamente se percibe una profunda preocupación por la economía regional, el empleo y la actividad en general. Tanto el Estado nacional como el gobierno provincial de Salta trataron de salvar la situación. Percibimos voluntad y mucha, pero lamentablemente con eso no alcanza para resolver un problema estructural que nos supera y que tiene que ver con las tendencias del mercado mundial”, concluyó Moltalvo.