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La OMS revela que esta enfermedad afecta a un 30% de la población mundial y es el trastorno sanguíneo más común. Muchas personas la padecen sin saberlo por su confusa forma de presentarse. Prevención, causas, síntomas, tratamientos.
La anemia es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es la sustancia presente en los glóbulos rojos, responsable de transportar oxígeno -por la corriente sanguínea- a todo el organismo. La carencia de hemoglobina provoca una cantidad de oxígeno menor que la óptima y necesaria para todos los tejidos y órganos.
Esta condición es resultado de la carencia de uno o más nutrientes. A saber:
• Zinc;
• Hierro;
• Proteínas;
• Vitamina A;
• Vitamina B12;
A pesar de que existen diferentes tipos de anemias, los síntomas tienden a ser muy parecidos entre ellos: incluyen, principalmente, dolor de cabeza, palidez y debilidad o cansancio.
La médula ósea es la encargada de generar la hemoglobina de la sangre y para ello necesita hierro. La doctora, Andrea Rossi, médica hematóloga de la Fundación Favaloro explicó, recientemente, que la anemia debida a falta de hierro (anemia ferropénica) puede tener varias causas, es decir, que no sólo equivale a una dieta pobre en hierro, porque también puede ser por problemas digestivos y menstruales en el caso de algunas personas gestantes. “Es difícil solo por un interrogatorio o la ‘sensación del paciente’ diferenciar entre ‘cansancio’ por mucha actividad física- laboral- y la astenia por la anemia”, explicó Rossi.
“Muchas veces el paciente refiere ‘falta de aire’ o ‘mayor sueño’ que lo habitual o que ya no puede subir escaleras sin cansarse. En el examen físico uno observa palidez en piel y mucosas, esto más el interrogatorio orienta al médico clínico a pensar en anemia”, continuó. Es decir, si aparecen estos síntomas, sería importante realizar una consulta médica.
Durante la niñez
Según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), niños y niñas también padecen de la anemia ferropénica y, de hecho, son más vulnerables a la enfermedad junto a los adolescentes y las mujeres embarazadas. Es posible que esta condición perjudique el desarrollo esperable de cada infante, insiste la SAP. Entre otros, puede afectar la actividad cerebral, la capacidad cognitiva y el desarrollo motor. Este daño persistirá después de haber corregido la anemia.
“La manifestación de esta enfermedad dependen -en adultos y niños- si se instala en forma brusca o paulatina”, afirmó la médica Rossi. “En este último caso, a veces, el o la paciente se adapta y casi no refiere síntomas”
La Sociedad Argentina de Pediatría recomienda un análisis de sangre para la detección. Además, si la anemia ya se ha instalado, hay que realizar un hemograma con frecuencia y también la medición de los depósitos de hierro durante los periodos de gran crecimiento en los niños, como el primer año de vida y la adolescencia.
Una mejor alimentación
Según el portal de medicina especializada WebMD, dentro del grupo de los alimentos aliados que permiten preparar comidas ricas en hierro figuran: la carne roja; las yemas de huevo; las verduras oscuras de hoja como la espinaca; la fruta seca, como las pasas; los cereales que son enriquecidos con hierro; los moluscos; los menudos de pollo; los porotos negros, las lentejas, los garbanzos o las sojas; el hígado; y las alcauciles.
La doctora Rossi confirma que el tratamiento para la anemia depende de la causa. Comer ciertos alimentos también puede combatir la falta de hierro. “La dieta es my importante y en general, debe ser balanceada y aportar la cantidad de hierro y vitaminas necesarias”, asegura Rossi. “No necesariamente las dietas vegetarianas ‘traen anemia’, depende mucho del paciente”.
Posibles causas
• Úlceras;
• Embarazo;
• Cáncer de colon;
• Problemas genéticos;
• Periodos menstruales muy consecutivos;
• Una dieta sin las suficientes cantidades de hierro diario;
• Deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, molécula responsable de la digestión del hierro en los glóbulos;
• Algunos trastornos que parten de otros tipos de anemia, como:
• Anemia falciforme;
• Talasemia;
• Cáncer;
Síntomas
Al principio
• Fatiga excesiva;
• Cansancio;
• Sueño;
Cuando empieza a ser crónico
• Palidez;
• Mareos;
• Dolores de cabeza;
• Uñas quebradizas;
• Pérdida de cabello;
• Dificultad para respirar;
• Latidos rápidos, lentos o irregulares;
Diagnóstico
Si se detectan algunos de los síntomas, el modo de conseguir un diagnóstico efectivo es a través de análisis clínicos de sangre.
Prevención
En cualquier caso, una dieta rica en hierro ayuda a adelantarse a este problema, con los siguientes ingredientes para suministrar la cantidad necesaria de hierro.
• Pan;
• Nueces;
• Frijoles;
• Mariscos;
• Carne roja;
• Frutas secas;
• Cereales integrales;
• Verduras de hojas verdes:
• Las mejores, en este caso, son la espinaca y el brócoli;
Otra aliada para evitar la enfermedad es la vitamina C, responsable de la síntesis del hierro en las cédulas del cuerpo. Hay alimentos que, también, te ayudarán a facilitar la digestión del hierro. A saber:
• Té;
• Café;
• Leche;
• Clara de huevo;
• Proteína de soja;