El 7 de mayo se conmemora el Día del Trabajador/ra Gráfico Argentino. La elección de la fecha se remonta al primer convenio laboral que obtuvo el gremio en defensa de los derechos de estos trabajadores y coincide con un nuevo aniversario del nacimiento de Eva Duarte de Perón, ya que con su intervención, el 17 de junio de 1950, se firmó la primera convención colectiva nacional para todos los trabajadores de la industria gráfica de la Argentina (sectores Obra y Diarios).
La gestión estaba muy trabada y al borde de la parálisis. Pero sumado al empuje del gremio, y un especial interés manifestado por Evita, los trabajadores gráficos pudieron contar con el valioso instrumento que implica un convenio colectivo de carácter nacional, válido para todos los sindicatos gráficos del país.
El documento en defensa de los derechos de los trabajadores del sector se imprimió en Buenos Aires. Hasta ese momento, los convenios eran de carácter local, se discutían por empresas o por ciudad, pero la intervención personal de Eva Duarte hizo que se concretara la tan esperada firma, transformando el día en una fecha histórica para todos los gráficos.
Una de las cláusulas de ese primer convenio, la número 12, estableció el día 7 de mayo como el Día del Trabajador Gráfico. La fecha fue fijada para conmemorar ese logro y manifestar un reconocimiento hacia quien había tenido un papel decisivo en la firma de dicho convenio.
Los trabajadores gráficos tienen en su haber el honor de haber organizado el primer sindicato en la historia de nuestro país: la Unión Tipográfica, creada en 1857 por obreros que llevaron a la práctica sus ideales de emancipación social y de defensa del derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda y a la educación.
Hay inventos que cambian para siempre la historia porque suponen un avance en el bienestar y el desarrollo intelectual de la humanidad. Uno de esos inventos es el de la imprenta, ya que gracias a ella la difusión de la cultura alcanzó niveles hasta ese momento inimaginables, haciendo posible el acceso al conocimiento a grandes masas de población que habían permanecido al margen de cualquier posibilidad de enriquecerse con el saber de los libros.