Así lo aseguró el director de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Coca Cola. El gobierno quiere subir el canon entre el 4 a 17%, tal como pagan hoy las bebidas sin alcohol.
Esteban Agost Carreño, el director de la Asociación Fabricantes Argentinos de Coca-Cola, advirtió el domingo que la suba en el impuesto a las bebidas azucaradas, tal como pretende el Gobierno nacional, puede causar una “pérdida de 5 mil puestos” de trabajo en toda la cadena productiva.
“La propuesta que ha surgido es elevar de 4 a 17% la alícuota de impuestos internos que hoy tienen las bebidas sin alcohol”, explicó. Advirtió que esta decisión podría generar una “pérdida de empleo en toda la cadena, cuyas estimaciones se ubican en 5 mil puestos” de trabajo.
Carreño aseguró que un incremento en el impuesto puede generar también un “11 por ciento de aumento” en el precio de los productos. “El aumento del precio se daría casi inmediatamente, por lo que esta decisión impactaría en el consumo”.
Además, indicó que esta medida genera “preocupación en toda la industria y en toda la cadena de valor”, ya que la misma “abarca desde el productor agropecuario hasta el pequeño comerciante”.
Reglas Equitativas
Este jueves el Gobierno dio señales de flexibilidad al eliminar del proyecto de reforma tributaria los impuestos internos al vino, a la cerveza y a la champaña. Sin embargo, el planeado tributo a las bebidas sin alcohol sigue en pie, lo que fue calificado por este sector de la industria como “absolutamente discriminatorio”.
La Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (CADIBSA) manfiestó su “total descuerdo y preocupación” por la situación y puntualizó que “la medida resulta absolutamente discriminatoria contra las economías regionales para las cuales la industria de bebidas sin alcohol es un actor fundamental”.
Según expresó CADIBSA en un comunicado, si el motivo real del incremento impositivo está basado en un tema de Salud Pública, ningún producto que contenga alcohol entre sus materias primas debería estar exento de este tributo, sin excepción.
En este contexto, la industria de bebidas sin alcohol pidió al Gobierno que defina “reglas claras, equitativas y transparentes con todas las economías regionales”.
Además, alertó que el incremento impositivo tendrá un serio impacto en el empleo. “Se pondrían en riesgo alrededor de 5.000 puestos de trabajo en toda la cadena de valor, desde el productor agropecuario hasta el pequeño comerciante”.
Dimensiones de la industria
La industria de bebidas sin alcohol genera en Argentina más de 26.000 empleos directos y representa el 0,5% del PBI del país. Las ventas superan los $100.000 millones al año.
Según el informe “Evaluación económica de aumento de impuestos internos en la cadena de bebidas sin alcohol” llevado adelante por la consultora Abeceb, la instalación del impuesto impactaría de manera devastadora en 12 provincias clave en términos de producción y empleo que en conjunto representan un 86% del PIB nacional y un 87% del valor bruto de producción (VBP): Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes (región centro), Jujuy, Salta y Tucumán (región NOA), Mendoza, Neuquén y Río Negro (región Cuyo y Patagonia).
Estas provincias representan más del 95% del empleo registrado en los sectores alimentos y bebidas azucaradas, un 100% en azúcar y más del 85% en el resto de sus principales insumos.
El 85% de las bebidas sin alcohol se vende en comercios de barrio, almacenes, autoservicios, quioscos y despensas y representan aproximadamente el 50% de sus ingresos. Por la elasticidad de la demanda que tiene el sector (0,91), un mayor impuesto significaría una merma en el consumo y eso representaría menores ingresos para miles de familias.
Desde la cámara del sector sostienen que las bebidas sin alcohol en Argentina padecen actualmente la presión impositiva más alta de Latinoamérica y la tercera más alta entre los países de la OCDE, sólo por debajo de Hungría y Finlandia. Así, de cada $100 que se gastan en bebidas sin alcohol, $50 corresponden a impuestos.
La cámara empresaria recomienda a las autoridades poner foco en la evasión impositiva antes que en la creación de nuevos impuestos.