“Tenemos que estar juntas y pelear por nuestros derechos”

Iara Briana Álvarez es una de las 34 egresadas del Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas. Además, es la abanderada de la institución. Mañana, en el acto que organiza el Ministerio de Educación de Tucumán, llevará la bandera argentina, mientras que en las tribunas flamearán la bandera multicolor del orgullo LGBT y la bandera trans, celeste, rosa y blanca. La educación como un acto de empoderamiento. 

Treinta y cuatro alumnos y alumnas egresaron este año del Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas, un espacio educativo que practica la inclusión, convirtiéndose en la segunda promoción que alcanza el título oficial de Bachiller en Economía y Administración. 

Desde La Nota, conversamos con Iara Briana Arreyes Álvarez, una de las egresadas del centro educativo, quien además es la abanderada de la institución.

“Yo empecé a estudiar en el Cetrans en septiembre del 2016, cuando se inauguró el proyecto. Llegué por Débora, que hoy está estudiando Trabajo Social. Yo a ella la conocí cuando buscaba a mi sobrino de la escuela, ahí me contó que se iba a abrir un espacio para que las chicas trans puedan terminar sus estudios”, contó. “Me sentí muy a gusto el primer día que fui. Además, iban compañeras mías de la calle”.

Iara dejo de estudiar a los 16. A los 18 intentó retomar sus estudios, pero se encontró con uno de los obstáculos que la mayoría de la población trans tiene que afrontar: los prejuicios y la discriminación. Hasta mitad de año iba todo bien en la nueva institución, hasta que cambió el director del establecimiento. “Era un señor grande. Me empezó a hacer llamados de atención, me decía que use el cabello más corto, me pedía que cambie mi manera de vestir y de actuar. Para mí era una intimidación, siendo lo que yo soy. A medida que pasaba el tiempo, y yo no cambiaba porque me sentía cómoda, ya era más seguido. Pasaba dos veces por semana por la dirección, me interrumpía en mi tiempo de estudio, hasta que me cansé de ese acoso y decidí dejar la escuela”, comentó. “Siempre quise seguir estudiando”. 

“Empecé a convivir con mi pareja y me mudé a Catamarca. Era todo color de rosas, pero él no quería que yo retomara mis estudios. Eso no me cuadró, siempre me gustó tener lo mío, rebuscármela, y si no tenes un título secundario no te reciben en ningún lado. Así que se terminó y volví a Tucumán”. Fue ahí que encontró un lugar donde podía ser ella misma, sin ser juzgada: el Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas.

“Cuando empecé a estudiar de nuevo sentí que estaba cumpliendo una materia pendiente en mi vida. Aparte, por darle el ejemplo a mis hermanos, yo soy la mayor de cinco. Ese es el ejemplo que ahora le estoy dando a mi hermanita que pide apoyo en ciertas materias y quiero que vea que, si yo puedo con mis 25 años, ella también va a poder. Y mi vieja me apoyo un 100%”, contó Iara, que se recibió con un promedio de 9,85.

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Iara ayudó a que otras amigas trans retomaran sus estudios. “Una de ellas está hoy en su cena de egresados también, y es mi mejor amiga. Ella averiguó cerca de su casa, porque vive en las Talitas. Nos ayudábamos vía facebook o whatsapp, para apoyarnos con algunos temas que eran los mismos”.

El Cetrans es de modalidad semipresencial, y no es solamente para personas trans. “Nosotras no nos aislamos”, dice Iara. “El centro educativo incluye a todas las personas. Es tratar de armar un ambiente familiar, como en la casa, para ver que se puede convivir con nosotras, que no es como dicen los héteros y algunas personas cis que dicen que no valemos nada. No somos así. Nosotras también somos personas, también peleamos el día a día como lo hacen ellos, también sufrimos, y nos la rebuscamos como hace ellos. No somos sapo de otro pozo, o de otro planeta”.

El transfemicio de Ayelén marcó a la sociedad tucumana. Se destapó la realidad de la comunidad trans, con la que conviven diariamente, en donde sus vidas corren un alto riesgo. “Fue un punto de unión para nosotras. Ayelén era muy conocida, yo la conocí cuando recién comenzó a dar sus pasos en un boliche gay. Una persona muy sociable, re amable. El caso de ella nos llevó a ser más unidas, dejando nuestras diferencias de lado”, explicó Iara. “Tenemos que estar juntas y pelear por nuestros derechos”. 

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Uno de los reclamos vigentes del colectivo travesti/trans es el Cupo Laboral, el cual prevé que el estado establezca un cupo para que las personas trans, históricamente excluidas del mercado laboral, puedan acceder a un trabajo digno, modificando las condiciones de vida a la que hoy se encuentran expuestas.

“Quiero estudiar Profesorado de Francés, en el horario nocturno para poder trabajar a la mañana y a la tarde, y así poder pagarlo. Recibo una ayuda del gobierno, pero no me alcanza para casi nada, en la luz no más se me va por los ojos, no tengo gas natural tengo que comprar garrafa, más el transporte para estudiar, tengo un terreno que es de mi mamá y tengo que pagar los impuestos y ahorrar para en algún momento poder construir y vivir dignamente. Me las tengo que rebuscar de donde sea para tener plata y sobrevivir el mes a mes”, una situación que cada vez es más difícil de sortear en un contexto de crisis y ajuste.

“Yo deseo que todas las chicas trans que dejaron sus estudios por la discriminación, que se acerquen al Cetrans, porque es un ambiente amigable. Me tocaron compañeros, compañeras, y compañeres que se juntaron conmigo, nos ayudamos constantemente. Nos unimos para salir todes juntes adelante”, cerró la abanderada. 

El jueves 29, Iara participará del acto de egresados y egresadas 2018 que realiza el Ministerio de Educación. Llevará la bandera argentina, mientras que en las tribunas flamearán la bandera multicolor del orgullo LGBT y la bandera trans, celeste, rosa y blanca. La educación es un acto de empoderamiento.

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