Prisión domiciliaria: así se maneja el mundo ante el Covid-19

En medio de la pandemia de coronavirus, varios países siguieron las recomendaciones de organismos internacionales de derechos humanos que pidieron evitar el hacinamiento en cárceles para no poner en riesgo la vida de las personas privadas de su libertad.

La polémica por la medida de otorgarles prisión domiciliaria a personas privadas de su libertad se instaló en la Argentina fogoneada por la desinformación y los prejuicios. Son numerosos los Estados que tomaron la decisión de aligerar las cárceles ante la pandemia del Covid-19 con el fin de que no se conviertan en un foco de infección.

Hace un mes, el Subcomité de Prevención de la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó “reducir las poblaciones penitenciarias siempre que sea posible mediante la implementación de esquemas de liberación temprana, provisional o temporal para aquellos detenidos para quienes sea seguro hacerlo”.

También sugirió evaluar los casos de prisión preventiva (cuando se detiene a un procesado que no tiene condena para evitar que pueda fugarse o entorpecer el proceso) para determinar si son “estrictamente necesarios”. Algo similar sugirió en un comunicado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Y, en la Argentina, el procurador penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, le pidió a la Cámara Federal de Casación Penal que tomara medidas en este sentido. “El hacinamiento carcelario es caldo de cultivo para propagar el virus dentro y fuera de las prisiones”, señaló.

En consecuencia, la Cámara de Casación, el máximo intérprete de la ley penal del país después de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, emitió una acordada en la que recomendó a los tribunales que adopten medidas alternativas a la prisión para personas en prisión preventiva por delitos no violentos (como hurtos); personas que estén próximas a cumplir su pena; personas condenadas a menos de 3 años de prisión; personas habilitadas a acceder a salidas transitorias o a la libertad condicional; mujeres embarazadas y personas en grupos de riesgo (con enfermedades respiratorias preexistentes, por ejemplo).

Sobre delitos graves (como homicidios o delitos sexuales), la Cámara de Casación ordenó evaluar “con extrema prudencia y carácter sumamente restrictivo” la aplicación de estas recomendaciones.

Según informó la ministra de Justicia de la Nación, Marcela Losardo, por fallos de distintos tribunales nacionales y federales se le concedió la prisión domiciliaria a 320 internos alojados en unidades del Servicio Penitenciario Federal (un 2,5% del total).

También se produjeron liberaciones en servicios penitenciarios provinciales, sobre todo en el bonaerense. El procurador general de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, informó que la Justicia bonaerense dispuso la prisión domiciliaria de 800 detenidos en penales provinciales (menos de un 2% del total).

¿Qué se hizo en otros países?

En Estados Unidos, donde el gobierno de Donald Trump tomó todas las medidas tarde y de forma ineficaz (y donde los muertos ya rondan los 70.000), sin embargo aceptó el consejo de la ONU y sacó de sus prisiones a miles de procesados y condenados en varios Estados de su territorio.

Brasil, el país de América Latina con más presos y también con más casos de Covid-19 tanto en infectados (cerca de 100.000) como en fallecidos (6.700) ejecutó un plan rápido de desagote de los centros carcelarios. Unos 30 mil reclusos se encuentran por estas horas en sus casas alcanzados por la medida dictada por la Justicia de ese país.

En Chile, por decreto, Sebastián Piñera le otorgó un indulto conmutativo a unos 1.700 presos.

La situación en Colombia no es tan distinta a la de la Argentina, con una población de 49 millones de habitantes y 324 fallecimientos por el virus, el Estado le otorgó prisión domiciliaria a entre 4 mil y 5 mil reos, aunque la cifra podría escalar hasta los 15 mil.

España es uno de los países más afectados por el coronavirus, al punto de que, pese a que solo cuenta con 2.500 pulseras electrónicas, se comenzó a excarcelar a una cantidad muy superior de detenidos, a quienes se los controla diariamente solo con una llamada telefónica.

Francia, que cuenta con unos 70 mil individuos en prisión, solo tiene lugar para 61 mil y por ello le otorgó prisión domiciliaria a cerca de 5.000 de ellos.

Indonesia, que por el contrario tiene menos de mil víctimas fatales, excarceló a más de 20.000 reclusos.

Turquía, que tiene más de 300 mil presos, decidió enviar a casa a nada menos que 100 mil de ellos, en medio de lo que es una sobresaturación carcelaria parecida a la que se registra en Argentina. Por ahora la Justicia autorizó la salida de unas 45 mil personas.

Con información de chequeado.com

Total
0
Comparte
Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nota Anterior

Más de 1.900 personas infectadas de dengue, el mayor registro histórico

Nota siguiente

Reestructuración de la deuda: Fernández recibió el apoyo de la UIA y la CGT

Artículos Relacionados
Total
0
Share