Presentamos a Margarita Flores, quien desde hoy acompañará a La Nota con una columna quincenal compartiendo lo que los astros pueden decirnos sobre el drama universal y cotidiano de vivir.
El mes escorpio hizo lo suyo y trajo hasta a mí una propuesta misteriosa y atractiva a la vez, sin dudas, algo que estaba oculto debía salir a la luz. El impulso instantáneo fue sentir temor, ¿qué podía decir yo de astrología que sea verdaderamente útil? Ahora, esto que había comenzado como diversión y que estaba guardado en el closet de los pasatiempos, me proponía un desafío inesperado. Era algo similar y quizás tan simple como saltar un charco usando las medias favoritas y sentir de repente que mojarse y embarrarse tiene más que ver con vivir que mantener las medias secas, limpias y perfumadas. Escribir usando un lenguaje sagrado como el de los astros es atreverme a enfrentar un tópico tabú, un vicio que sólo despunto en círculos íntimos y sólo con quienes se animan a escucharlo. Es algo muy mío, que aprendí en silencio y que ahora atesoro. En el encontré sabias respuestas al drama universal y cotidiano de vivir. Pero sobre todo, me permitió autoconocerme usando una herramienta tan espiritual y profunda como mundana. Poder reflexionar sobre momentos en los que determinado potencial transformador vibra más fuerte es de las cosas que intentaré compartir en este recorrido que hoy comienza. No es mi interés brindar un servicio, ni convertir a este espacio en un consultorio, me auto defino como aficionada a la sabiduría astral, no como gurú, no tengo un rol protagónico allí, sólo las escucho y luego comparto lo que he aprendido. El mes escorpio nos enseña que a los miedos hay que ponerles nombre, es el primer paso para empezar a lidiar con ellos. El mío es esta columna de astrología, y se va a llamar “amiga de las estrellas”, porque es simplemente eso lo que soy. También, de ariana ansiosa, le puse plazos, cada 15 días y si la cobardía no me lo impide, estaré con ustedes hablando de esto que es existir y cómo hacer que valga la pena.
