“Fue un transfemicidio”

Gala Perea tenía 21 años. Fue asesinada por su pareja Victor Ezequiel Natalio Martinez de 42 años.

Gala Perea tenía 21 años. Era oriunda de Famaillá, pero el fin de semana se encontraba en Lules, visitando a su pareja, Victor Ezequiel Natalio Martinez de 42 años.

El domingo por la tarde, la policía recibió un aviso por parte de Juana Ángela Martinez, quien escuchó una discusión en la casa de su hermano.

Cuando la policía arribó al domicilio, Gala se encontraba ya sin signos vitales. Martinez quedó detenido y a disposición de la justicia.

Adriana Giannoni, a cargo de la Fiscalía en Homicidios II, tomó intervención en el crimen registrado en la tarde del domingo .

“Vamos a pedir que se caratule como transfemicidio”. En Famaillá funciona la primera Secretaría de Género, Mujer y Derechos Humanos del interior, a cargo de la psicóloga Verónica Figueroa. Se inauguró en el 2016 y desde entonces trabaja sobre problemáticas vinculadas al colectivo LGBTIQ.

La funcionaria contó que hoy se reunirán a las 15hs con el colectivo LGBTIQ para “pedir justicia por Gala, y por todas las que aún están”.

Sus amigas denunciaron que su pareja era violenta, que ya se habían registrado otras situaciones de violencia, pero que le costaba salir de ese vínculo.

Figueroa contó que Gala participaba de las acciones que se llevaban a cabo desde la Secretaría, pero que el contexto era complicado. Tanto en lo social como en lo económico, rápidamente se entrama con aquel conjunto de posibilidades que el sistema niega a las personas trans: aceptación familiar, inclusión escolar, reconocimiento institucional de la propia identidad, acceso a la salud y posibilidades de ingreso al mundo laboral.

Una de las principales banderas del colectivo trans es una ley de cupo laboral, que establezca un cupo de al menos 1% de empleo de personas trans en el sector público.

Existen pocas investigaciones exhaustivas acerca de la situación laboral de personas travestis y trans. Las que hay suelen ser parciales y focalizadas en un territorio, algunas impulsadas por organizaciones la sociedad civil y muy pocas por parte del Estado.

A nivel nacional, según datos de 2014, solo el 18% de las personas travestis y trans habían accedido a un trabajo formal. Además, al menos el 80% está o estuvo en situación de prostitución -como un destino al que conducen las distintas formas de exclusión, que culminan en un promedio de vida de 35 años-. Según datos del INDEC, 7 de cada 10 quiere otra fuente de ingresos.

“Siento que fallamos, que llegamos tarde. Tenemos que poder avanzar sin llorar muertas. Hoy Gala podría estar acá”, lamentó Figueroa y aseguró que uno de los principales reclamos que se seguirán impulsando será el de Cupo Laboral para personas trans.

En las redes sociales, los reclamos de #NiUnaTransMenos recordaron los transfemicidios de Ayelén Gómez, Cinthya Moreira y Lourdes Reinoso, ocurridos en Tucumán.

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