“Es urgente la necesidad de cuidar el agua”

Distintas actividades desarrolladas por varias industrias han disminuido la cantidad y calidad del agua a lo largo y ancho del mundo; el agua potable se ha convertido en un lujo de pocos y pocas y vaticinan que prontamente se convertirá en una herramienta de poder y motivo de conflicto mundial. Desde La Nota conversamos con la bióloga, Karina García, para conocer la situación de los ríos tucumanos.

Karina García es licenciada en biología y desde el año 2005 forma parte de un grupo de investigación en ecología que trabaja con insectos acuáticos habitantes de nuestros ríos. Además, hizo su maestría y doctorado de CONICET en el marco de ese mismo grupo. Luego, desde 2015, trabaja en la Fundación Miguel Lillo en el área de geología, en ambientes peri glaciar, apuntado a caracterizar el agua de los mismos.

Constante búsqueda del equilibrio en la naturaleza

“Hay algunos organismos que forman parte de la comunidad biológica de los ríos y su presencia -o no- se usa como indicadores biológicos, por eso son buenos como “termometro” de lo que pudo haber pasado en un río”, explicó la bióloga.

Ríos tucumanos

Nuestros ríos son alimentados por vertientes y lluvias; éstas últimas suelen ser abundantes en verano. Las cuencas de alimentación son las Cumbres Calchaquíes y el cordón del Aconquija.

tucuman riosEl río más importante es el Salí, siendo el mayor colector de la provincia. Nace en el extremo norte en el límite con la provincia de Salta con el nombre de Tala. En su recorrido por Tucumán, tiene como afluentes a los ríos Acequiones, Choromoro, Vipos y Tapia, hasta el embalse Gdor. Celestino Gelsi. A partir de allí se suman los ríos Loro, Calera, Lules, Colorado, Famaillá, Caspichango, Los Sosa, Pueblo Viejo, Seco, Gastona, Chico, Medina, Marapa y gran cantidad de arroyos, hasta desembocar en el embalse de Río Hondo, límite con la provincia de Santiago del Estero.

Ríos “aguas arriba” en los que trabajó Karina García

“En los ríos de aguas arriba, en altura, los efectos de las personas son poco extensivos; los ríos se regulan solos y las crecidas se mantienen en los límites de su curso”, detalló Karina. “Además, en esos ambientes se perciben aún anfibios, reptiles, aves y mamíferos”, agregó.

Principales focos de contaminación de ríos en Tucumán

“Los agentes contaminantes en nuestra provincia son diversos. En lo que respecta a mi investigación, puedo decir que me focalicé sobre los efectos de las áreas de cultivo en los ríos. La principal característica es que se trata de un tipo de contaminación llamada “difusa”, porque no se fácil encontrar un foco preciso, diferenciándose de la contaminación “puntual” que generan las ciudades, zonas urbanas e industrias, donde es posible ir al sitio preciso donde se genera la contaminación para visualizarla claramente.

Lo que encontré en las salidas de campo -con mi grupo de trabajo y acompañando a otros tesistas-, es que los ríos de la provincia de Tucumán están muy contaminados y eso es responsabilidad exclusiva de seres humanos por distintas razones y actividades.

Los principales focos contaminantes de los ríos son las ciudades, las industrias y los cultivos. En el caso de las industrias, éstas generan cambios en el agua, visibles y medibles. Entre las industrias más contaminantes de la provincia podemos mencionar a las citrícolas y a los ingenios. Ambos configuran los puntos de contaminación más relevantes –y son los que más afectan a los ecosistemas- porque provocan cambios químicos y biológicos que impactan negativamente a la naturaleza, por ejemplo; alteran el ph, la conductividad, el oxígeno disuelto y, fundamentalmente, se pierde la diversidad biológica a niveles extremos. Los ingenios, a su vez, canalizan el agua de los ríos para emplearla en un sistema de enfriamiento en caldera que luego vuelve a su río de origen pero ya contaminada. El desvío del curso natural del agua del río por parte de los ingenios genera que muchas veces éstos se queden sin agua”, afirmó García.

Experiencias

“En una salida de campo, mientras desarrollaba mi doctorado, en la toma de muestras de agua y análisis de parámetros químicos y biológicos, encontramos camiones cisterna que eran limpiados en el río y todos sus desechos eran volcados al río. En otra oportunidad, en las cercanías de una citrícola, el agua era color amarilla, con una fuerte pérdida de oxígeno, lo que promueve que proliferen bacterias en ese sustrato con un espantoso y desagradable olor. También vimos trabajadores de un ingenio azucarero vertiendo agua sumamente caliente. Con esa temperatura, el agua mata todos los organismos y seres vivos que habitan el río. También, alrededor de la papelera de Tucumán, los ríos están compuestos por el mismo bagazo que elimina la papelera.

Hay efectos notables en los cuerpos de agua. La diversidad biológica de los ríos es altísima pero ésta se vio afectada por la contaminación y sequía de varios ríos. Hay peces grandes, como el dorado, que migran –o migraban- a zonas de grandes alturas y casi no lo hacen porque los ríos están secos y contaminados. Una forma que se me ocurre de cuidar esos espacios sería aumentando la infraestructura del turismo en alta montaña porque se trata de una zona bellísima y que necesita del cuidado y conciencia de todos y que no se están aprovechando” reflexionó Karina.

“En las ciudades también se generan grandes volúmenes de desechos tóxicos y que se depositan en basureros clandestinos y tienen efectos que tienen tanto en agua superficial como subterránea es devastador. A los márgenes del río Salí, en zonas con suelos no aptos para ese fin, se instalaron dos basurales donde se vertíó gran parte de los desechos de San Miguel de Tucumán, durante varios años. Sin bien ya no se arroja basura, la basura ya arrojada continúa con un efecto residual negativo en el río y sus suelos, provocando daños ambientales terribles”, agregó.

El sistema agrícola tradicional contamina los ríos

“Con mi tesis doctoral descubrí que los cultivos también tienen efectos negativos sobre los ecosistemas, de acuerdo a mi método de medición, su efecto es algo menor que las industrias y ciudades, pero generan un aumento de sedimento, de nutrientes (que dependen del tipo de cultivo) que una vez que entran al sistema acuático se vuelven difíciles de sacar y generan eutrofización (acumulación de residuos orgánicos que causa la proliferación de ciertas algas). Se pueden apreciar como explosiones de algas, que cambian la dinámica de la comunidad biológica en los ríos. Paralelamente tuve puntos de referencia donde no había cultivos cercanos y encontré pesticidas, agroquímicos empleados para el control de plagas, que tienen efectos sobre la biología y organismos que viven dentro del agua. Es posible que los pesticidas lleguen de un modo volátil, en forma de gotas que se trasladan por el mismo sistema climático de la provincia; llegan a zonas de altura, precipitan y quedan en el ecosistema mucho más tiempo del que se establece como parámetros para estos agroquímicos. Son altamente tóxicos y están prohibidos desde hace más de 10 años, sin embargo siguen presentes en el ambiente”, aclaró.

Impacto

“Todas las alteraciones que generan las personas en el ambiente, impactan en el agua y los ecosistemas, generando cambios físicos, químicos, estructurales y también de caudal. Existen cambios de caudales naturales dentro de los ríos, por ejemplo, cuentan con más agua en verano por las precipitaciones, pero el uso que se hace del agua de algunos ríos altera el caudal natural de los mismos y, estos cambios tienen que ver con un patrón cultural de no dimensionarlo como fundamental para la vida. Muchos empresarios hacen uso del agua sin contemplar que se trata de un recurso de todas y todos y que es menester cuidarlo. Una de las claves para frenar la contaminación y el derroche de este preciado y valioso recurso, sería fomentar la toma de conciencia de toda la población pero esencialmente de los empresarios que manipulan los ríos y su caudal. A pesar de las grandes mejoras a nivel legislativo para preservar los recursos, se percibieron muy pocos cambios prácticos. Aparentemente nadie dimensiona la catástrofe que se generaría si se agota el agua; se puede cultivar sin suelo pero sin agua no. El agua es esencial para la vida y es un principio que supuestamente todos y todas sabemos, sin embargo, la contaminación sigue en pie. En este sentido, creo que es urgente la necesidad de que intervengan los organismos públicos y privados para generar una verdadera toma de conciencia y transformar los paradigmas vigentes de producción agrícola e industrial.

En La Nota:

“Siete millones de argentinos sin agua potable”
“Conocé cómo hacer un filtro de agua casero”

La imagen destacada hace referencia a la cascada “El chorro”, cercano al embalse de Escaba.

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