La muerte por COVID-19 de la odontóloga del Hospicio de Clínicas Nuestra Señora del Carmen volvió a poner el foco en los contagios en los trabajadores de Salud. Al respecto, este medio habló con Raúl Barrionuevo, enfermero del hospital que viene denunciando la falta de hisopados e insumos para quienes están en la primera linea contra el virus.
La odontologa Marina Reinoso, de 53 años, se convirtió en una nueva víctima del coronavirus en Tucumán. Reinoso trabajaba el Hospital de Clinicas Nuestra Señora del Carmen, en donde sus trabajadores vienen reclamando hisopado para todo el personal, ante el aumento de casos.
Al respecto, el enfermero Del Camén, Raúl Barrionuevo comentó a este medio que se ha elevado el pedido de hisopados para todo el personal de los hospitales y centros médicos pero “se sigue manteniendo la directiva del COE que el hisopado solo se hace a los contactos estrechos”.
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La muerte de Reinoso fue un “golpe bastante duro” para todo el personal del hospital, comentó Barrinuevo.
Por el aumento de casos y distintos gremios siguen exigiendo el hisopado a todo el persona. “Cuando hablamos de trabajador de la salud, no es solamente a los de delantal blanco, sino a todos, desde el administratiuvo hasta el de limpieza” aclara.
“En el Hospital del Carmen hay compañeros de la cooperativa de limpieza que están infectados y no les está haciendo los testeos” comenta.
Los trabajadores de la salud llevan un propio sobre los contagios en el sector. Hay más de 90 casos: el Hospital Centro de Salud con 16; el Hospital de Concepcion con 12; Del Carmén con 6; el Hospital Obarrio con 10 ; el Hospital del Niño con 10; la Maternidad con 5; Hospital del este con 10; Hospital Padilla con 5; el Hospital de Tafí del Valle con 2, Caps Villa angelina, Caps Juan Pablo, Caps Matienzo y Delfín Gallo con 1. En tanto, en el sector privado tienen 15 contagios en total.
“Si falta el enfermero y el médico no hay sistema que funcione”
Desde que comenzó la pandemia, algunos trabajadores organizados en gremios y autoconvocados vienen reclamando mayores insumos al Ministerio de Salud a cargo de Rossana Chahla. Barrionuevo afirmó que “para las guardias seguimos reclamando los barbijos N95“.
“No se puede usar uno que no sea aprobado por la ANMAT o las autoridades correspondientes” agrega.
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Para el enfermero “la pandemia ha desnudado la miseria y va a causar daños terribles en un sistema que no está fortalecido para este semejante embate”.
Los auotconvocados están exigiendo “mayor designación de personal y que el Estado se de una política de cobertura de cargos acorde a la realidad que vivimos”.
“Podemos tener el mejor de los respirador, la mejor de las camas en el mejor del ambiente hospitalario pero si falta el enfermero y el médico no hay sistema que funcione” afirma.
En esta situación de emergencia epidemiológica, “el ser humano es un recurso y cuando falta el trabajador de la salud, el sistema entra en crisis real”.
“La salud no puede ser una moneda de cambio, la salud debe ser una política prioritaria dentro de cualquier Estado para salvarnos” agrega.
Pospandemia y reparación
Por último, Barrionuevo realiza una lectura sobre la pos pandemia del COVID-19 y la compara con las consecuencias de la GRIPE A, en donde los primeros que “cayeron” fueron los trabajadores de la salud y muchos se quedaron con “secuelas”
En esa oportunidad, “el Estado no le supo dar respuesta a los compañeros” comenta y recuerda que a una enfermera le llegaron a hacer un transplante pulmonar.
“Luego de eso, ella no podía conseguir trabajo, ni siquiera el Estado la tomaba. Le iban a dar un puesto pero cuando pasó la pandemia se olvidaron de la compañera” relata angustiado.
Barrionuevo insiste que hay condiciones preexistentes como las condiciones de precarización, la falta de insumos, seguros médicos, las mejoras salariales que llegaron para unos pocos -como el Bono Nacional- y que se siempre van en “detrimento de la vida de los trabajadores”.
